Una de las citas más especiales de este viernes fue el concierto de Immaculate Fools en la sala Garufa. Con motivo de su gira de 40 aniversario, la banda liderada por Kevin Weatherill regresaba a la ciudad coruñesa, una de las primeras que se rindió a su talento en España, donde siempre tuvieron más eco que en su Inglaterra natal.

El momento más sorprendente de la noche llegó hacia el final del concierto, antes de los bises, cuando el vocalista invitó a subir al escenario al mejor atleta de la historia de la ciudad, Andrés Díaz. Récord de Europa y bronce mundial bajo techo, el que fue un extraordinario corredor de 1.500 metros lisos demostró su actitud y aptitud con la guitarra. Lo hizo, además, con uno de los temas más memorable del grupo, el que lleva por título ‘Immaculate Fools’. Díaz es un gran fan de la banda y hace años tuvo ocasión de conocer a Kevin Weatherill gracias a un medio de comunicación. "Me he puesto más nervioso que en una final olímpica", comentó al bajar del escenario el atleta, que participó en dos ediciones de los Juegos Olímpicos: cayó en primera ronda en los 800 metros en Atlanta 1996 y fue séptimo en la final de 1.500 metros de Sídney 2000.

Immaculate Fools, nacidos en 1984, actuaron por primera vez en A Coruña el 17 de agosto de 1986 en el Palacio de los Deportes. Los melómanos de la ciudad, con los legendarios Jaime Manso y Nonito Pereira a la cabeza, acudieron en buen número a aquel magnífico concierto que abieron los teloneros Pistones y en el que actuó la formación original de la banda: Kevin Weatherill, su hermano Paul y los también hermanos Andy y Peter Ross. Ayer solo estuvo uno de los cuatro en el Garufa, que acogió un concierto en el que la nostalgia y la sorpresa fueron de la mano.