Una nueva alga invasora acaba de asentarse en la zona del dique de abrigo y en pocos meses ha arraigado, convirtiéndose en un peligro. Así lo ha constatado el grupo de investigación BioCost (Biología Costera), formado por científicos de las áreas de Ecología y Botánica del CICA (Centro Interdisciplinar de Química y Biología) de la Universidad de A Coruña (UDC). La especie detectada es el alga asiática ‘Rugulopteryx okamurae’, que ya ha tenido un gran impacto en las aguas del estrecho de Gibraltar, pues ha afectado tanto a los ecosistemas marinos como a la pesca.
“La detección fue fruto de la casualidad. El primer aviso que tuvimos fue de una empresa que hace buceo con fines de educación ambiental en Vigo. Hay un alga nativa que es casi idéntica, por lo que nos consultaron para confirmar si era una especie invasora, y resultó que lo era”, explica el investigador de BioCost Rodolfo Barreiro. “La segunda casualidad fue que una persona de nuestro grupo que hace triatlón y va a entrenar todos los días a San Amaro se encontró allí el alga mientras nadaba”, añadió.
Barreiro señala que la presencia de la invasora en esta zona es “brutal”. “Está todo el fondo marino absolutamente cubierto, desde San Amaro hasta donde empieza el dique de abrigo”, afirma. En contra de lo que pudiera pensarse, la aparición del alga en A Coruña es “reciente”. “El año pasado no estaba aquí. Esto se ha puesto así en unos meses, porque tiene una capacidad de crecimiento impresionante”, subraya el científico, quien apunta al tráfico marino como principal difusor de la plaga.
Un nuevo cupón
Los peligros que entraña para la ría coruñesa son varios: “Por la experiencia de lo que hemos visto en el Estrecho, el alga podría desplazar a otras especies, porque compite con ellas por el espacio. También podría afectar a la pesca, ya que las redes no se pueden utilizar donde está la invasora debido a que se suelta con cierta facilidad, llenándolas por completo. El tercer problema es que el mar devuelve a la costa toneladas del alga que se acaban acumulando en las playas, lo que se convierte en un problema para los bañistas y en un coste extra para los ayuntamientos”, expone el investigador de la UDC.
El futuro de esta nueva invasión es incierto, ya que las cualidades del golfo Ártabro son distintas a las del Estrecho. No obstante, Barreiro apunta que los precedentes de eliminación de especies foráneas, una vez asentadas, son “malos”. “Eliminarla por completo va a ser complicado si las condiciones le son favorables, pero se pueden buscar maneras de intentar regularla mediante algún control biológico. Por ejemplo, con un herbívoro que se la coma”, explica.
El alga podría suponer un nuevo golpe para los mariscadores de la ría de O Burgo, ya que estos no pudieron faenar durante el dragado de la ría y deben esperar varios meses hasta que esta vuelva a ser productiva. De momento, no cuentan con subsidios públicos.
Para intentar paliar la situación, las cofradías anunciaron hace unos días que presentarán un proyecto de saneamiento para los bancos de marisco con el que obtener ingresos del Gobierno central. En ella incluyen trabajos para retirar algas invasoras de los arenales, a la que ahora podría sumarse la alga asiática si es que continúa adentrándose en el lecho de la ría