Los árboles sí dejan ver el bosque, al menos durante un par de días, a los vecinos de A Falperra. De momento, la polémica por las ramas de alto alcance de Pla y Cancela ha quedado apartada y en el barrio sólo se habla de la fiestas del comercio que llenará de alegría la calle Industrial. Jaime Suárez (A Coruña, 1952) no sólo es la voz cantante para reivindicar, también para representar como presidente vecinal a una zona con ganas de marcha

Al fin una buena noticia en el barrio...
La gente llevaba tiempo esperando por las fiestas. Es nuestra décima edición y el comercio está encantado con salir a la calle para enseñar todo lo tiene. Va a ser la más grande de cuantas hemos celebrado hasta ahora. Llegan emprendedores con cosas nuevas y por eso animamos a los vecinos para darse una vuelta.

¿Sortearán una podadora?
No creo que tengamos que hacerlo. El tema de los árboles estamos negociándolo con el Ayuntamiento y creo que vamos a llegar a un acuerdo. Estamos contentos porque creo que lo solucionaremos a medio plazo. Hay que ir pasito a pasito, convenciéndolos del problema.

¿Hubo también tira y afloja por las fiestas?
Tuvimos que adaptarnos al presupuesto que hay. Nosotros queríamos algo más, pero, si no se puede, no podíamos abandonar la fiesta. Hemos tratado de hacer lo mismo que el resto del barrios y al menos vamos a reunirnos todos los vecinos.

Como siempre, por y para los comerciantes...
Sí, nosotros siempre nos volcamos con ellos. Son en realidad los que más ayuda necesitan. Así aprovechamos para montarles unos stands propios y esperamos que venga más gente que nunca. Juntarnos de vez en cuando es importante.

¿Cuál es la salud del comercio?
Está un poquito bajo, porque los costes de los locales son demasiado altos. Por eso procuramos hacer siempre esta fiesta. A los residentes les intentamos concienciar de que compren en comercio de proximidad.

¿Y la de los vecinos?
Lo veo alto por la celebración de la fiesta y la gente tiene ganas de reunirse y pasarlo bien para comentar en grupo los problemas que hay.

¿Qué mensaje mandamos al resto de barrios?
Somos una piña y tenemos que ayudarnos unos a otros. Así aprendemos entre todos. Es lo mismo que sucede en las fiestas de otros barrios.