Javier Aguirre | “Si preacondicionamos bien a la persona operada, es probable que logremos estancias más cortas”

Javier Aguirre | “Si preacondicionamos bien a la persona operada, es probable que logremos estancias más cortas”
Javier Aguirre, médico adjunto del servicio de cirugía general | pedro puig

El Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) acaba de incorporar una máquina de perfusión que imita la función que realiza el cuerpo humano y recrea las condiciones ideales para que un hígado sobreviva fuera del organismo. Esta adquisición, asegura el miembro del equipo de trasplante hepático del hospital, Javier Aguirre, permitirá aumentar la cantidad de órganos disponibles para el trasplante, además de optimizar los que, por sus características, llegarían en peores condiciones.


¿Cómo es la conservación habitual de un hígado?
La manera de preservar el hígado clásicamente sigue funcionando bien a día de hoy: sacas el órgano del donante, lo lavas con una solución de preservación especial y lo dejas a cuatro grados centígrados hasta que lo pongas en el receptor. Esto, sin embargo, supone un daño porque está siendo oxigenado, aunque al implantarse se recupera. Para órganos óptimos funciona muy bien y no hay ningún problema, pero cuando es un órgano para donantes de mayor edad, que suele ser gente obesa o con sobrepeso, diabetes o hipertensión, son factores que se suman.

¿Qué va a proporcionar esta nueva máquina a todo el proceso?
Con estas máquinas metes el órgano en una solución de preservación modificada que, además, tiene oxígeno. Mediante una bomba pasa la solución por dentro del hígado. Esto lo que hace es que disminuya todo ese daño de la preservación clásica. De esta forma, sufre menos y va a arrancar antes cuando lo pongas en el receptor y, sobre todo, si hay órganos que generan dudas, será más fácil descartarlas y llegar al receptor en mejores condiciones.

Supondrá, entonces, un mejor manejo de los tiempos.
Lo que se produce con la conservación clásica es un retraso en el inicio de funcionamiento del hígado, que tarda más en recuperar sus funciones, por lo que en el receptor el tiempo de coagulación está prolongado y no es capaz de manejar bien la bilirrubina. El hígado va a arrancar, pero el receptor tiene más riesgo al principio. Nosotros tenemos muchos pacientes en lista y tenemos que utilizar cada vez más órganos con los que podamos salvar vidas. Esto va a ser una ayuda en todos esos casos y por eso ha habido tanto esfuerzo en conseguir esta máquina.


Entre el 15 y el 20% de las PCR realizadas en las últimas semanas a pacientes que iban a operarse daban positivo. Si vas a inmunodeprimirte, hay que tener mucho cuidado


¿Cuánto tarda un paciente en recibir un trasplante de hígado?
La espera depende del grupo sanguíneo. El grupo 0 tarda meses y el A es más rápido, pero es por la cantidad de órganos que hay y sus receptores. En Galicia hay mucha oferta de órganos A y menos de 0. Con esta máquina vamos a poder utilizar más órganos y sobre todo los que no son tan excepcionales.

¿La pandemia ha afectado al ritmo de actuaciones?
Durante el confinamiento afectó mucho, aunque el resto del año arrancamos bien y conseguimos, a base del esfuerzo de la gente que donaba y de los profesionales del hospital, mantener las cifras bastante bien. Ahora supone problemas cuando viene el receptor y, al hacerle la PCR, da positivo. Esto a veces provoca problemas porque no podemos trasplantar y hay que cambiar de receptor.

¿Es un porcentaje alto de casos?
Entre el 15 y el 20% de las PCR realizadas en las últimas semanas a pacientes que ingresaban para operarse daban positivo. Si eres asintomático y positivo y te vas a operar de algo sencillo, puedes asumirlo, pero si vas a inmunodeprimirte, hay que tener mucho cuidado y no debemos realizar el trasplante.

Tras este logro, ¿qué retos quedan por asumir dentro del equipo de trasplante hepático?
Se habla mucho de la optimización en el postoperatorio, el acondicionamiento del paciente trasplantado, algo que se denomina “fast track”: conseguir que el proceso se acorte mucho y que los pacientes no esperen tanto tiempo ingresados. Si preacondicionamos bien a la persona operada, es muy probable que consigamos tiempos de estancia mucho más cortos. 

Javier Aguirre | “Si preacondicionamos bien a la persona operada, es probable que logremos estancias más cortas”

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