El escritor coruñés Javier Peña acaba de publicar su nuevo libro, ‘Tinta invisible’ (Blackie Books), una obra sobre la pérdida, pero también sobre la escritura y sobre el poder de las historias.
“‘Tinta invisible’ nace en el Chuac, con la enfermedad de mi padre”, apunta el autor. Tras un tiempo un poco “distanciado” de su padre, cuando se entera de su enfermedad, “me dirijo al hospital a despedirme y pienso que va a ser una conversación muy dura, profunda, de por qué nos distanciamos, cómo fue nuestra vida, nuestra relación...”. Pero cuando llegó allí, “me doy cuenta de que solo hablamos de libros”.
“Mi padre dura unos meses más y todas las veces que voy a verlo hablábamos de libros, de películas, siempre de historias, nunca de nosotros”, afirma Peña.
Esto le dio pie a pensar en algo “que ya sabía”, pero que nunca había “puesto en palabras”: “La importancia que tienen las historias en mi vida, estoy hecho de historias, la relación con mi padre también, la forma de comunicarnos, de querernos, era a través de las historias”, apunta.
En esos momentos, Peña estaba pensando en crear un podcast, que acabó siendo ‘Grandes Infelices’. Cada capítulo “eran como las historias que yo quería contarle a mi padre, una forma de seguir unido con él”. “Empecé a darme cuenta del poder de esas historias, de cómo estoy conformado yo, igual que están conformados muchos de mis escritores preferidos”, cuenta. “Estoy hablando de mí, que soy un escritor humilde, pero también de los grandes genios de la literatura. Esa fue la génesis del libro. Empezó en el Chuac”.
El pasado marinero de su padre hacía que muchas de las historias que compartían fuesen de Conrad, Melville o Stevenson, pero también de Conan Doyle o H.G. Wells. “Sabía muchísimo, mi padre siempre estaba pegado a un libro, siempre. Muchas de las cosas que sé, las aprendí de él”, rememora, y añade: “Es algo que nunca le pude agradecer en persona porque, a veces, tardas demasiado en darle las gracias a la gente, porque quieres y después ya no puedes. El libro también es una forma de agradecimiento y de decir: Perdona que llegue tarde, pero tengo que agradecértelo de alguna manera”.
Las historias de su padre, sus libros, fueron los que empezaron a inculcar el amor por la literatura de Peña. “Empecé con lo que mi padre me leía y me contaba”, entre esas historias estaban las de Sherlock Holmes. “Las historias, además de entretenerte, sirven para comunicar a gente distante y a gente que, a veces, igual tenemos problemas de comunicación”.
A pesar de que ‘Tinta invisible’ ha salido hace poco, Peña asegura que cree que al público le va a gustar. “Les va a gustar, porque es un libro hecho de libros, que contiene muchos libros, es ideal para los amantes de los libros”, concluye.