José Ángel Mañas (1971) alcanzó la gloria literaria tan pronto como es posible: con su primera obra, ‘Historias del Kronen’. Una novela, adaptada al cine por Montxo Armendáriz en 1995 apenas un año después de su publicación, que se ha convertido en un “Frankenstein” fuera de su control, llegando a unas cotas de éxito que no ha podido replicar con otras obras. Ahora apuesta por el formato autobiográfico para explicar los entresijos de su vida y de esa novela en ‘Una historia del Kronen’: un libro que presentó hoy en la librería Arenas de la avenida de Oza.
¿Por qué volver a ‘Historias del Kronen’?
Pues ha coincidido un poco que lo escribí hace ya 30 años con que además se va a reeditar. Al final la novela es una especie de Frankenstein, yo hace tiempo que perdí el control ya sobre ella. Esto es muy gracioso, pero la primera persona importante con la que yo comí una vez cuando se acababa de publicar y estaba funcionando como un tiro fue Germán Gullón (escritor y catedrático de literatura), que me dijo: ‘Tú te morirás y solo quedará de ti ‘Historias del Kronen’’.
¿Acertó?
La gracia es que sí. Yo en el momento me reí, me pareció una barbaridad. Pero al final ha sido como una maldición o una profecía que 30 años después parece a punto de cumplirse. De alguna manera en el libro explico esa sombra que me persigue tras un éxito tan monstruoso que me ha ido acompañando toda mi vida editorial, que ha sido una lucha por intentar hacer una novela que la supere sin conseguirlo. Yo considero a los novelistas como marionetistas: siempre nos gusta que la luz se proyecte sobre las marionetas, y no sobre nosotros. Ahora por primera vez se me ha ocurrido recibir la luz yo, y estoy un poco deslumbrado porque no dominaba el ejercicio de la autobiografía. Pero al mismo tiempo estoy muy satisfecho porque tengo la sensación de que explica bien quién soy. Por una parte es una sombra, pero también creo que forma parte del fenómeno habitual de la gente que ha tenido mucho éxito en un momento dado con una primera obra: Carmen Laforet y ‘Nada’, Francoise Sagan y ‘Buenos días, tristeza’... En la música también sucede.
El clásico ‘one hit wonder’.
Efectivamente. He escrito muchas más novelas, pero la que ha quedado es esa.
¿Cómo se gestiona desde su punto de vista ese legado?
Pues ese éxito tampoco me sentó bien. Todos tenemos dentro un pequeño tirano egocéntrico que quiere imponer su voluntad al mundo entero, pero normalmente lo tenemos amordazado y controlado. Y el éxito tiende a liberarlo. Entonces eso me dio un pequeño hilo del que tirar para hablar de cómo manejar a ese monstruo. Que yo al principio era muy joven, así que lo controlé mal, y luego con el tiempo ya he aprendido a poner las cosas en su contexto. Cuando eres joven crees que eres un elegido, que tu obra es la mejor de todas, y luego te das cuenta de que no, de que algo puede tener pero a veces simplemente te toca una papeleta que le podría haber tocado a otros.
¿Habla de ello en el libro?
Sí. Y además es también una reflexión sobre los años 90. Uno cuando es joven es como una esponja, absorbe todo, y de ahí la importancia que le doy yo a esos años, que es el momento en el que no solo era joven sino que tuve éxito y estuve en primera línea de la escena cultural. Por lo tanto, pude conocer a mucha gente, y ahora cuento muchas anécdotas de la época. Narro historias que en su momento me parecieron dramáticas, pero que ahora con el tiempo las veo con humor. Un chico que me leyó y me entrevistó me dijo que es un poco como ‘El Lazarillo’, que narra la historia de un tipo buscándose la vida en el mundo editorial saltando de peripecia en peripecia. Y la reflexión sobre todo acerca de los 90 es un poco explicar cómo se ha transformado el mundo cultural con los años, que ha sufrido un tsunami en lo tecnológico y lo político. El mundo cultural que yo conocí ya no existe como tal, al igual que ha pasado con la prensa u otros sectores, y superamos el caos como podemos.
¿Cómo está siendo la acogida?
Está llegando a la gente. No pensaba que un libro sobre mí fuese a tener tanto tirón, además siendo breve. Pero yo pienso que el todo está en la parte, y que como lector conectas con ese recorrido vital que narro. Pero sí, las reacciones están siendo muy positivas y tengo muchas ganas de seguir presentándolo.