Vuelven las fiestas de barrio al verano de la ciudad, después de una semana de tregua. Toma esta tarde la alternativa O Birloque, que ha decidido darle un carácter marcadamente enxebre a los dos días de duración de las celebraciones. Buena parte de la culpa la tiene José Santiago Novo Rey (A Coruña, 1950), vocal y responsable artístico de la Asociación de Veciños San Cristovo das Viñas. Un cuarto de siglo como vecino de O Birloque y más de cuatro décadas en la música tradicional le dan la autoridad y experiencia necesarias para hablar con autoritas de su propuesta.
¿Qué menú ha preparado para sus convecinos?
Un festival de los mejores grupos folclóricos de la ciudad para empezar. Después, habrá una película cómica llamadas Canallas para la cual dispondremos un total de cien sillas. El sábado por la mañana lo orientamos a los niños y también a lo tradicional, con una alborada de gaiteiros por todo el barrio. Cerraremos de nuevo con lo tradicional y yo estaré con O Birloque Gaiteiros. Entre esos gaiteiros y la verbena repartiremos sardinas a todo el mundo.
Serán la competencia del Morriña Fest...
Esto es una fiesta del barrio, no creemos que nos influya mucho. Cada uno tiene su gente y su propio mercado. Nosotros siempre escogemos la misma fecha, la de San Cristovo.
Es marcada la apuesta por la música tradicional.
Yo soy de música tradicional y traemos también cine. Este año tenemos que darle las gracias al Ayuntamiento, porque nos amplió mucho el abanico de posibilidades y por fin podemos hacer dos días. La música tradicional lleva años hacia arriba y hay mucha más gente de lo que se puede pensar trabajando en ello.
No solamente se han especializado en fiestas, sino también en 'comilonas' periódicas...
La asociación vecinal está capitaneada por María José Castelo y es una persona con mucha energía: tenemos teatro, coros, pinturas, canastillo. Hay muchos actividades y no somos de esas típicas asociaciones que se juntan para la fiesta. Es cierto que hacemos muchas comilonas al año y ya tenemos planificado otra para después de la alborada. Prácticamente salimos a una comilona al mes. Si no te mantienes ya me dirás (risas).
¿Por qué han nacido tantos movimientos vecinales en la zona?
Mi opinión es que quien quiera hacer una asociación que lo haga, pero de esa forma también se dividen las fuerzas.
¿Qué urgencias tiene el barrio ahora mismo?
El asfaltado de todo el barrio, especialmente del aparcamiento donde se hacen las fiestas, donde las piscinas. La cantidad de baches que existe ahí es terrible e incluso desde el Ayuntamiento nos pidieron fotos de ellos. Les mandamos un total de 108 fotos. También es importante moderar la velocidad delante del centro parroquial: hay que poner un radar, porque la gente que viene de Pocomaco llega mangada. Las aceras, además, no están rebajadas para gente con problemas de movilidad.
¿Cómo es vivir en O Birloque?
Llevo 25 años y se vive 'de puta madre'. Lo malo es que no tenemos equipamientos. Necesitamos, sobre todo, mucha música. La música tiene que llegar al barrio y nosotros estamos haciendo un esfuerzo.
¿Qué mensaje mandaría al resto de la ciudad para acercarse a O Birloque?
Vamos a hacer una sardiñada terrible. Eso, si se junta la fiesta y la orquesta Foliada, significa que va a haber una foliada larga.