La Audiencia Provincial de A Coruña sentará en el banquillo de los acusados el próximo lunes y jueves, días 6 y 9, a un policía local acusado de herir con arma de fuego a un detenido y a este por conducción temeraria cuando tenía el permiso de conducir retirado por pérdida total de los puntos.
Según recoge el escrito fiscal, los hechos sucedieron en la madrugada del 2 de junio de 2020 cuando uno de los procesados conducía un vehículo sin tener carnet de conducir -por pérdida de todos los puntos- y bajo los efectos de bebidas alcohólicas.
Los agentes de la Policía Local le dieron el alto y en vez de parar "emprendió la huida" para, posteriormente, abandonar el vehículo junto a los demás acompañantes.
Con todo, poco después fueron localizados por los mismos agentes que les dieron el alto y que los persiguieron durante su huída. Así, el agente encausado y su compañera se dirigieron hacía el conductor y otro acompañante.
"Durante esta actuación, bien al apearse del vehículo policial bien en un momento posterior, pero en todo caso separado por escasos segundos, el encausado decidió extraer y exhibir su arma reglamentaria sin que hasta entonces se hubiese exteriorizado acto alguno de agresión que justificase la necesidad de hacerlo", señala el escrito de Fiscalía.
Así, "ya con el arma en la mano" se acercó al otro procesado -el conductor del vehículo-, que en ese momento estaba apoyado de cada a la pared del inmueble, con la intención de cachearle y esposarle.
Cuando procedía a ello "con omisión de la mínima diligencia exigible", apoyó la pistola contra el cuerpo del conductor y la arma "se le disparó accidentalmente" alcanzándole a la altura del brazo derecho.
Por todo ello, al conductor se le imputa un delito de conducción temeraria, con un delito de conducción con el permiso retirado por pérdida total de puntos un año y nueves meses de prisión, así como a seis meses de prisión por negarse a realizar las pruebas de alcoholemia.
En cuanto al agente, se le acusa de un delito de lesiones por impudencia grave con uso de arma de fuego por el que le piden tres meses de cárcel, así como indemnizar al otro procesado con 4.000 euros por días de curación de sus lesiones, en la de 450 euros por la intervención quirúrgica y 825 euros por la secuela.