Hace doce días cerraba sus puertas la librería Santos Ochoa de la calle Teresa Herrera, cuando se encaminaba hacia su primera década de vida en esos lares. La despedida no era del todo triste, porque el propio establecimiento se despedía con un “hasta pronto”. Y es que actualmente se encuentran buscando un nuevo establecimiento en la ciudad coruñesa para poder reencontrarse con el público.
Por el momento, Santos Ochoa mantiene dos establecimientos relativamente cercanos: el del Alcampo de Palavea y el del centro comercial Odeón, en Ferrol.
“Nos despedimos por un ratito... pero los recuerdos y experiencias compartidas permanecerán siempre”, aseguraban a finales de enero en sus redes sociales en el comunicado en el que anunciaban que el cierre se oficializaría el 8 de febrero.
Durante los últimos días abiertos en el establecimiento cercano a la plaza de Lugo, la librería contó con descuentos en el stock físico de la librería, tanto en libros como en papelería.
“Dejar ir no significa un final, de hecho significa un nuevo comienzo”, finalizaban en el mencionado post, dejando entrever ese nuevo futuro.
A Coruña es una ciudad literaria y buena cuenta de ello da el elevado número de librerías que existe en la urbe. Por eso, cada cierre hace mella en el tejido cultural, aunque sea temporal.
No es el único cierre que ha vivido esta zona en los últimos meses. El pasado mes de septiembre ponía fin a sus servicios la histórica librería Lume, que sirvió a la cultura de la ciudad desde que comenzara su andadura en diciembre de 1975. El histórico espacio de Fernando Macías se despidió en septiembre de 2024, aunque su última gerente quiso decir adiós a sus clientes enviando un correo de despedida a cada uno de ellos.
Paula Veira, última dueña de Lume, recordaba en el momento del cierre que la librería era “un lugar que veía el mundo de la cultura de una forma distinta”. También aseguraba que “en A Coruña hay muchas (librerías) que funcionan bien y que tienen mucho futuro”.