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jueves | 26 diciembre | 2024
Durante estos años, muchas de las librerías más famosas e icónicas de la ciudad colgaron su cartel de cierre. La última de ellas, Lume, que tras casi 50 años de actividad, se une a la lista de las históricas librerías fundadas en el siglo pasado en la urbe herculina, que a día de hoy se encuentran desaparecidas.
La ciudad coruñesa siempre se ha mantenido fiel a su tradición de ciudad liberal, culta y hospitalaria, y a su vez, siempre ha sido cuna de buenos libreros. Así lo expresa el escritor Carlos Fernández Santander, en su libro ‘Historia de las Librerías Coruñesas (1936-1996)’.
Según Fernando Díaz-Plaja, “cuando llega por primera vez a una ciudad española, sea grande o pequeña, siempre pregunta por las librerías más importantes de ella, y allí pasa horas y horas en busca de algo desconocido”. Y es que las librerías son parte indispensable del conjunto de las ciudades y muchas de ellas, llevan de forma innata un recorrido sentimental muy marcado.
Muchas librerías coruñesas como Roel, Colón, Couceiro, La Poesía o Zincke (reconvertida tras su ampliación en Librería Arenas), vivieron un siglo XX marcado por hitos históricos.
De todas ellas, entre otras, solo perdura a día de hoy la librería Arenas, renombrada en 1963, y Couceiro, fundada un año antes, en 1962.
La primera de las librerías desaparecidas de esta lista no podía ser otra que La Poesía.
Ubicada en la calle San Andrés, desapareció en el año 2001, siendo hasta ese momento una de las más antiguas. En un veterano anuncio de la época, el negocio se definía como “librería, papelería y objetos del escritorio” y en ella se podían comprar novelas de los mejores autores de la época, tarjetas postales, agencias de publicaciones o incluso, figurines.
Fundada en el año 1927, es una de las librerías más recordadas entre la población coruñesa. Situada en la actual calle Real, fue durante 80 años un gran punto de referencia en el mundo cultural herculino.
Según Fernández Santander “siempre mantuvo un buen depósito, que simultaneaba con prensa y revistas extranjeras, además de un variado muestrario de libros de arte, incluyendo los de importación”. Echó el cierre en el año 2007, después de dejar un gran legado en el gremio librero.
Otra de las librerías que se vienen a la cabeza en cuanto a historia se refiere es Galí.
En el año 2006 este establecimiento, situada en la rúa do Vilar, ponía punto final a 134 años de historia, después de que su último propietario anunciase el cierre por motivos personales.
Galí llegó a tener el honor de ser la librería española no reformada más antigua del país. Uno de sus secretos fue que siempre se mantuvo fiel a su imagen.
Cartamar, en el número 29 del Paseo de Ronda, detrás del estadio de Riazor, fue la primera librería de la ciudad especializada en libros náuticos, además de muchas otras obras técnicas de las numerosas carreras que se cursaban en la Universidad de A Coruña. El establecimiento se fue a ‘pique’ en el año 2008 después de colaborar en la educación de miles de estudiantes de Náutica.
La calle Compostela fue testigo durante muchos años del gran legado que la librería Dans fue dejando entre los más asiduos a la lectura en A Coruña.
Además de librería, también fue quiosco, lo que aumentaba el encanto del negocio para los vecinos de la zona.
Blanca Dans fundó el negocio en los años sesenta y, tras varias generaciones que siguieron con el negocio, en el año 2012 puso el fin a su larga historia.
Uno de los cierres más recientes, pero también con mucha historia en esta ciudad, es la librería Molist, primero en el Cantón, y después en Juana de Vega.
Carlos Fernández Satander, en su libro ‘Historias de las librerías coruñesas (1936-1996)’, asegura que fue el año 1943 cuando Luis Molist tenía un escaparate de sellos y libros. Esto fue el germen de lo que, cinco años después, fue la librería Molist, que después de casi 70 años, dijo adiós para siempre, como tantas otras, a libros, revistas, publicaciones, al mundo de la cultura.
Los tiempos avanzan, y a las simbólicas librerías de siempre, llenas de fantasía y alegría, hoy las vemos morir.
