El inminente establecimiento de las cámaras en el cruce entre la calle del Sol y la del Socorro es aplaudido por los responsables de los pubs del Orzán, la mayoría de ellos integrados en la Asociación para la Defensa e Igualdad de la Hostelería. Sin embargo, en palabras de su portavoz, José López Balado ‘Xexu’, se trata de un arma que a la larga esperan no se vuelva arrojadiza. “Estamos a favor de que se controle lo que pasa en la calle y que no se moleste a los vecinos”, afirma. “Como hosteleros entendemos que, si es para evitar conflictos y que los vecinos descansen, es algo que tenemos que aplaudir”, añade.
De hecho, la instalación de las cámaras, que probablemente se producirá el próximo fin de semana, conecta con una máxima habitual de los hosteleros de la noche: Lo que sucede de puertas para fuera escapa a su responsabilidad. Sin embargo, para su portavoz es ah donde cobra importancia cómo se utilizarán los elementos de vigilancia. “Siempre reclamamos más presencia policial, pero sin que eso signifique pagar la factura de lo que la gente haga o deje de hacer en la calle”, recuerda. “Más que la medida en sí todo depende de cómo se ejecute. Puede redundar en beneficio de los locales, siempre y cuando no nos demonicen”, prosigue..
Letrado de profesión, López Balado tiene un punto de vista diferente a nivel personal sobre la utilización de cámaras de seguridad en la vía pública. “Personalmente, como abogado, que nos graben en la calle y nos controlen me parece otro paso más hacia la pérdida progresiva de libertad”, apunta. “Que lo visionen personas que no sabes quiénes son me parece una agresión y un ataque a la intimidad, intolerable en un estado de derecho”, añade.
En realidad, prácticamente todos los fines de semana hay cámaras de vigilancia en el cruce entre la calle del Sol y la calle del Socorro: Las de los vecinos que graban con su móvil la salida de los locales o determinados comportamientos que posteriormente critican en las redes sociales. Es uno de los elementos. habituales para acusar al Ayuntamiento de inacción o falta de presencia policial durante el horario de apertura del ocio nocturno.
La instalación de las cámaras ha tenido que contar con el visto bueno de la Subdelegación del Gobierno, al tratarse de dispositivos destinados a la vigilancia y no al control del tráfico.