Luis Jaime Rodríguez | “Me quedo leyendo sobre legislación hasta las tres de la mañana”

Rodríguez ha trabajado durante cuarenta años en la Diputación de A Coruña, donde era jefe de Servicio de Patrimonio. Acaba de jubilarse tras una carrera que define como “vocacional”
Luis Jaime Rodríguez | “Me quedo leyendo sobre legislación hasta las tres de la mañana”
Luis Jaime Rodríguez en el despacho de su domicilio

Luis Jaime Rodríguez Fernández (Ourense, 1954) ha dedicado toda una vida a la catalogación y registro del patrimonio de la provincia de A Coruña, una tarea que ha realizado durante nada menos que cuarenta años en calidad de jefe de Servicio de Patrimonio y Contratación por Concurso de la Diputación Provincial de A Coruña. Luis Jaime pasó a formar parte de la institución en 1984 luego de obtener la mejor calificación en el proceso de oposición libre para el puesto de Técnico de Administración General. Ahora, con 70 años recién cumplidos, se ha visto obligado a jubilarse aunque, reconoce, sigue enviando todos los días las reformas  y novedades legislativas a sus compañeros.

 

¿Qué legado cree que deja luego de haber trabajado más de media vida en la Diputación?
Quizá hablar de legado sea un poco pretencioso. Lo que he intentado es dejar unas pautas de estilo. Siempre he defendido los principios que están en la Ley de Contratos: igualdad, concurrencia, publicidad y no discriminación. Fuimos la primera administración que creó un comité técnico formado por tres personas para  realizar cualquier contrato. Lo hicimos por dos motivos: uno, para garantizar una mayor multidisciplinariedad y, otro, para poder rectificar en caso de que alguien se equivocase. Es una de las cosas de las que más orgulloso me siento.

 

También ha colaborado con la Universidad.
Me gusta mucho la enseñanza y ayudar a los jóvenes. He sido tutor de prácticas de alumnos de la Universidad de A Coruña y de la de Santiago. Siempre he acogido a los estudiantes que hacían prácticas en la Diputación, hasta los traído a mi casa a comer y los he llevado de viaje con mi mujer. Me gusta mucho estudiar y aprender. Aún a día de hoy me quedo leyendo sobre legislación hasta las tres de la mañana. Es mi vocación. 


¿Qué acciones llevó a cabo para la preservación del patrimonio durante estos años?
Cuando llegué, me dediqué a fotografiar y crear fichas técnicas de todos los edificios de la Diputación con la ayuda extraordinaria de María Dolores Liaño, que es una de las mayores expertas en arte de Galicia y fue además bibliotecaria de la Diputación, y de su esposo, Antonio Garrido. También hicimos concursos para la restauración de obras. Recuerdo con simpatía, porque soy muy del Dépor, el convenio que redacté para la cubierta del estadio de Riazor cuando estaba el anterior alcalde. Le tengo un especial cariño al patrimonio, de hecho, cuando fue el incendio en las Fragas do Eume fui personalmente hasta allí para comprobar en qué estado se encontraba el monasterio de Caaveiro. Personalmente, creo que las dos grandes joyas que tiene la Diputación ahora mismo son las Fragas do Eume y el dolmen de Dombate. Siempre he dicho que todo el megalitismo de la Costa da Morte merece ser declarado Patrimonio de la Humanidad.

 

En relación con esto, ¿qué sintió cuando la Unesco declaró la Torre de Hércules como Patrimonio de la Humanidad?
Una alegría tremenda. Se consiguió gracias al esfuerzo de muchas personas y al empujón definitivo que le dio al asunto César Antonio Molina, que en aquel entonces era ministro de Cultura. A Coruña tiene un patrimonio artístico y cultural maravilloso. Podemos sentirnos orgullosos.

 

Usted también ha sido jefe de Contratación por concurso, por lo que ha visto muy de cerca cómo funcionan las administraciones. ¿En qué cree que deberían mejorar?
En general creo que tienen que involucrarse más. Hay tres aspectos a mejorar. Uno serían las subvenciones nominativas, es decir, las que se conceden sin cauces objetivos. Son subvenciones a dedo, como se suele decir coloquialmente. Hay demasiadas de estas. Lo deseable sería objetivizar más los criterios. El segundo aspecto sería el empleo público, sobre todo el tema de la interinidad. Hay gente que lleva muchos años trabajando en la administración como interina a la que no le puedes decir que se vaya, pero no es justo que haya personas que accedan por oposición y otras que no, aunque es verdad que en los últimos años los interinos se están seleccionado por oposición. El tercer aspecto sería evitar en lo posible los contratos menores. A veces se hacen varios contratos de este tipo que, en realidad, lo que hacen es fraccionar una cuantía superior a la que permite el contrato menor.

Luis Jaime Rodríguez | “Me quedo leyendo sobre legislación hasta las tres de la mañana”

Te puede interesar