Desde este lunes, cerca de las 19.00 horas, el jurado popular del caso Samuel, compuesto por nueve miembros titulares y un suplente, ya delibera para llegar a un veredicto en el que determine la responsabilidad de los cinco acusados por el crimen que tuvo lugar el 3 de julio de 2021. Tras un arduo debate entre las partes, que se extendió toda la mañana, el Tribunal del jurado recibió el objeto de veredicto cuando ya anochecía. Su entrega estaba prevista para las 12.00 horas, pero, tal y como explicó la magistrada, Elena Pastor, el retraso se debió a que acusaciones y defensas solicitaron “determinadas inclusiones y exclusiones” en el borrador, hasta llegar a un consenso.
Comenzó así una cuenta atrás hasta que, en cualquier momento, el jurado, que tendrá que tener un portavoz, dé aviso a la magistrada indicando que ya hay veredicto. En realidad serán cinco, uno por acusado. Durante las jornadas de deliberación tendrán que contestar a más de un centenar de preguntas, algunas globales, como el tipo de ataque o la causa del fallecimiento, y otras más concretas, como la participación de cada procesado, si agredieron, si pidieron auxilio o si hubo intención de matar, etc.
“Ha llegado el momento de nuestro trabajo, primero el suyo y luego el mío haciendo la sentencia”, señaló la magistrada, quien pidió al jurado que tenga en cuenta los tres principios del derecho penal, que son la presunción de inocencia, el principio acusatorio y el in dubio pro reo (en caso de duda, a favor del reo). En su intervención recordó lo que dijo en la primera sesión: “Es un juicio singular, no solo por la materia, sino porque son cinco acusados. Es un procedimiento más complejo de lo que pudiese parecer; complicado en lo técnico-jurídico y con una evidente repercusión social y mediática”.
El jurado tiene una “misión importante”. Durante el tiempo de deliberación serán “jueces a todos los efectos, para lo positivo y lo negativo”, aseguró Elena Pastor, quien ofreció una clara explicación del proceso. “Tendrán que contestar a las proposiciones que contiene. Son ustedes y nada más que ustedes los que decidirán qué hechos quedan probados y cuáles no”.
Los miembros del jurado, que estarán incomunicados con custodia policial hasta la emisión del veredicto, deberán “despojarse de prejuicios, porque si no, estaremos obrando mal”, apuntó la magistrada. “Hay que valorar las pruebas de manera razonable y razonada. Olvídense de penas, no tengan miedo. Las penas, en caso de imponerlas, las impondré yo. No tengan miedo”, matizó. La función del jurado es dar el veredicto en base a los hechos probados, de donde saldrá “la única verdad importante, la verdad judicial. Ahora deben emitir un veredicto justo”. La magistrada es quien elabora la sentencia.
Una vez ha sido entregado el objeto de veredicto, el jurado debe designar un portavoz y empezar una serie de deliberaciones secretas hasta votar y resolver cada uno de los hechos que incluye el documento consensuado por las partes. En las votaciones, tal y como explicó la magistrada, no es posible la abstención y cada punto necesita cinco votos a favor si es favorable al acusado, mientras que requerirá siete votos si es desfavorable al mismo. Tras esto, deberá redactar un acta con el resultado y responder a si es partidario de suspender alguna de las penas, en caso de encontrar culpables, o incluso de proponer un indulto.
Las acusaciones piden penas de entre 22 y 27 años de prisión para los cinco acusados por asesinato con alevosía y ensañamiento. Para Diego Montaña y Katy Silva consta también una agravante de discriminación por condición sexual y, para Kaio Amaral, robo con violencia. La Fiscalía, sin embargo, se abre a una reducción en los casos de Alejandro Míguez y Katy Silva, si son considerados solo cómplices de asesinato, de trece y catorce años y seis meses respectivamente.