Los miembros del jurado popular tendrán que repasar todos los hechos, testimonios y pruebas recogidos a lo largo del juicio por el crimen de Samuel Luiz, que duró casi un mes, para determinar qué hizo cada acusado el 3 de julio de 2021. Para ello tendrán 72 horas, que empezarán a contar este lunes al mediodía, cuando se les entregue en la Audiencia Provincial de A Coruña el objeto de veredicto. Deberán argumentar su decisión basándose en pruebas y explicar sus motivos para considerarlos culpables o no. Incomunicados desde hoy, los nueve miembros del jurado comunicarán esta semana, una vez tengan el acta firmada, el fin de su deliberación. La magistrada convocará entonces a las partes por un medio que permita su inmediata recepción para que, seguidamente, se lea el veredicto en audiencia pública por el portavoz del jurado.
A pesar de que el juicio ha sido único, los acusados son cinco, con sus respectivas defensas cada uno. El jurado, por lo tanto, tendrá que deliberar sobre la responsabilidad de los procesados en el ataque a Samuel de forma individual. Para ello tendrán en cuenta, sobre todo, tres cosas: el vídeo que muestra la agresión, captado por la cámara de tráfico de la plaza de Portugal; la declaración de Ibrahima y Magatte, los senegaleses que auxiliaron al joven de 24 años antes de perder la vida; y la investigación policial. Los testimonios de los testigos también son importantes para, por ejemplo, dictar si existe o no discriminación por condición sexual en Diego Montaña y Katy Silva, para quienes consta esta agravante.
La Fiscalía mantiene la petición de condena por asesinato con alevosía y ensañamiento para los cinco acusados, así como la agravante para Montaña y Silva y robo con violencia para Kaio Amaral. Esta oscila entre los 22 y 27 años de prisión. Las cámaras no dejan lugar a duda: a Samuel lo empieza a agredir Montaña, al que sigue Alejandro Freire ‘Yumba’, quien le realiza un mataleón. Silva está acusada, a raíz del testimonio de la amiga de Samuel, de apartarla para impedir que pudiese auxiliarle, y a continuación llegan al núcleo de la agresión Kaio Amaral –quien proyecta una patada, aunque una farola impide ver dónde impacta– y Alejandro Míguez, a quien se ve avanzando hasta la segunda localización donde continuó el brutal ataque, pese a declarar que no estaba ya presente en ese momento. La turba duró 3 minutos, y la víctima fue perseguida a lo largo de 150 metros del Paseo Marítimo.
El jurado tiene el reto de decidir si Montaña debe ser declarado culpable de asesinato con la agravante de discriminación, de homicidio o de homicidio por imprudencia, y si Freire es culpable de asesinato, de delito de lesiones, de homicidio imprudente o de homicidio con el atenuante de embriaguez. En el caso de Kaio, la balanza oscila entre condena por asesinato o delito contra el patrimonio. Para Silva podría ser asesinato con agravante o cómplice de asesinato, y para Míguez, además de estas dos posibilidades, su abogado se abre a un delito de lesiones. Claro está, también existe la alternativa de la absolución.