La canaria Marilia Monzón dio un paso de gigante muy pronto en su carrera al participar en la edición de 2018 de Operación Triunfo. Tras pasar unos años alejada de los focos, en 2023 lanzó su primer disco, ‘Prenderé una velita’. Una obra folk-pop que presenta hoy (21.30 horas) en la sala Mardi Gras.
¿De qué habla el álbum?
‘Prenderé una velita’ es un disco que de alguna forma me hace volver a casa, a mi infancia, que me hace reconectar con todo lo que fui allí. Tenía claro que para esta primera carta de presentación tenía que estar yo en toda mi esencia, y creo que ahora que ha pasado un poco el tiempo se nota que refleja cómo soy yo como persona y artista.
En el proceso trabajó con gente como Nacho Sotelo o Juanma Latorre (Vetusta Morla).
Fue muy fácil hacerlo porque son gente maravillosa. Con Nacho, además, siento que mis canciones viajaron a México antes que yo, porque él es de allí y le ha dado ese toque latino. Yo como canaria me siento identificada con la música latinoamericana, y con cómo se entiende la vida en esa parte del mundo. Pero también quiero hablar de mis queridísimos hermanos Seijas, Pablo y Adrián, ambos de A Coruña, que me ayudaron mucho antes incluso de que supiese que iba a hacer el disco.
¿De dónde sale la pasión por el folk que demuestra en el disco?
Yo quería indagar en mis raíces, y volver a ciertos patrones rítmicos que me di cuenta de que habían viajado más allá de nuestras fronteras, a Latinoamérica. Quise empaparme un poco de eso, y juntar elementos de músicas de allí, porque lo bonito de la música es eso, combinar tantos lenguajes y que se lleven bien, que convivan.
¿Ha cambiado desde 2023?
Si miro atrás estoy tranquila con cómo hice las cosas, pero sí creo que he aprendido a ver con más calma el mundo. Es inevitable mirar a tu lado y ver que hay cosas que van a todo ritmo y que se escapan de tu control, pero también de eso van las canciones del disco, de darse cuenta de que una, a su propio ritmo, puede hacer su camino.
¿Es importante recalcar esa clase de mensaje en la actualidad?
Sí. La cultura, en general, tiene un altavoz muy importante para dar a conocer aquellas cosas que de alguna forma no nos atrevemos a contar. Es un arma que tenemos para poder hablar de temas como la inmigración, la violencia machista... Temas que nos duelen, y que desgraciadamente seguimos viviendo día a día. Que haya canciones, películas o libros que hablen de esto es una forma bonita de contar esas realidades.
Ya estuvo en A Coruña en 2024.
¡Sí, también en Mardi Gras! Fue en formato trío, con percusión y guitarra. La actual gira, que es solo guitarra y voz, me permite volver a una cercanía con el público que creo que hará que la noche sea especial, porque así pueden crecen las canciones, con una forma un poco más desnuda y directa.