Tras ‘El secreto de las hermanas Asorey’, la escritora gallega Marta Estévez acaba de publicar su segunda novela, ‘La tercera orilla’. Su segunda obra publicada, pero no la segunda escrita, ya que con anterioridad escribió otras, como la que le valió ser finalista en el premio Azorín o la que le permitió ser cuarta en el Planeta. Este pasado sábado presentó ‘La tercera orilla’ en Betanzos y el próximo día 20 hará lo propio en la biblioteca de Miño.
Esta novela tiene como punto de partida un hecho real que la autora escuchó cuando era pequeña. Un amigo de su familia contaba la historia de un alumno de su clase “con una historia familiar complicada, cuyo padre era heroinómano”. “Un día llegó al colegio sonriendo”, tras las preguntas pertinentes por esa alegría, el niño respondía: “Es que ayer se murió mi padre”.
“Aquella historia me impactó, no la llegué a olvidar y, cuando decidí crear esta historia, aunque son tres, como una trenza temporal, decidí rescatarla y a partir de ella armar una novela”, que se ambienta principalmente en los años 80, tal y como explica Estévez.
“Cuando tuve claro que quería contar esta historia, tenía claro que quería situarla en los márgenes; tenía claro que me quería alejar de esa idealización, cuando se habla de los años 80, una especie de romantización de la década”, asegura Estévez, que añade que se tuvo que “vaciar de experiencias personales, que no tienen nada que ver con las de Ulises, el protagonista de esta novela”.
Pero, en esa trenza temporal de ‘La tercera orilla’, también hay un espacio para otro problema acuciante el pasado siglo en Galicia: la emigración. Lo hace contando el tránsito de los abuelos de Ulises a Venezuela, dejando “a su hija aquí”. “Al final, la niña crece sin sus padres y me pareció interesante esa especie de antecedente, de caldo de cultivo, de nunca sabremos cómo habría sido la historia si sus padres no se hubiesen ido”.
Con esta parte, Estévez también quiere abordar una “triste paradoja”: “Te vas para darle un futuro digno a tu familia y el propio hecho de emigrar es el que aniquila a tu familia”.
Sobre el aspecto de la emigración, la autora asegura “que no nos lo tiene que explicar nadie, junto con otros pueblos como el canario, el italiano o el irlandés, tenemos un poco el copyright de la emigración”.
Y es que, precisamente, los temas de la emigración o el impacto de la droga en los 80 son algunos de los aspectos que los lectores le cuentan que les llevó a comprar la novela. “Lo que más me dicen es que toma unos temas que nos toca mucho como sociedad gallega, unos temas que han estado muy presentes”, apunta la escritora sobre la diáspora, la droga y el caldo de cultivo “que fueron esos niveles de paro altísimos” en la época.