La rentabilidad de una vivienda es el rendimiento económico que los propietarios obtienen al arrendarla a un tercero. En la ciudad hay un distrito que supera a todos los demás en el ránking de más rentables, y ese es Matogrande. Según la plataforma inmobiliaria Fotocasa, este barrio tiene una rentabilidad del 5,2%, teniendo en cuenta los datos del año pasado. Le siguen los distritos de Os Castros, Castrillón y Eirís, con un 4,7%; Cuatro Caminos y la plaza de A Cubela, con un 4,4%; Monte Alto, Zalaeta y Atocha, con un 4,2% de rentabilidad; Juan Flórez y la plaza de Pontevedra, con un 4%; y Riazor y Los Rosales con un 3,5%.
El estudio de Fotocasa, que se basa en el análisis de precios de la vivienda en venta y alquiler en diciembre de 2022, también refleja la evolución de alguno de estos distritos coruñeses. Así, Os Castros es un 0,4% más rentable que hace cinco años, al igual que Juan Flórez, aunque en este caso con una diferencia del 0,3%. Monte Alto, por su parte, es un 0,2% menos rentable que en 2017, pero un 0,3% más que en 2021. En lo relativo a los municipios gallegos, A Coruña, con un 4,6%, no se encuentra en el primer puesto, pero sí por delante de Santiago de Compostela (4,4%).
Sin embargo, tres localidades de Galicia se encuentran por encima de la media de España en cuanto a rentabilidad, que se sitúa en un 6,5%. Estos son Sanxenxo, con un 7,4%; Ferrol, con un 6,9%; y Narón (6,8%). En el conjunto gallego, el porcentaje de beneficio es de un 5,7%, 1,4 puntos menos que hace cinco años y 1,8 más que hace una década.
“El rendimiento de la vivienda se mantiene en niveles muy positivos. Es cierto que se esperaba que este año la rentabilidad bruta alcanzase un nuevo máximo debido al fervor con el que ha subido el precio del alquiler, al marcar récord histórico. Pero el precio de la compra de vivienda también ha aumentado. Si ambos mercados presentan tendencia alcista, el rendimiento de comprar una vivienda para ponerla en alquiler se equilibra”, explica la portavoz de Fotocasa, María Matos.
Además, resalta que el ladrillo es el activo más seguro que existe en el mercado y el producto financiero con mayor rentabilidad, por lo que se mantiene como el foco de inversión principal para los ahorradores en momentos de incertidumbre económica. “Muchos pequeños particulares que apuestan por la vivienda como un valor refugio y que se han lanzado a invertir al percibir este mercado como fiable tras la evolución y recuperación tan positiva tras la pandemia”, concluye la representante de la plataforma inmobiliaria.