Miriam Rodríguez (Pontedeume, 1996) está de regreso a casa. Vuelve a A Coruña en la segunda vuelta de presentación de su último trabajo ‘Líneas Rojas’ y lo hace con la palabra calma tatuada en el alma. Miriam vive en el presente, disfrutando lo que más le gusta. Ese es su éxito.
Segunda vuelta de su tour, ¿ha cruzado ya las líneas rojas y no tiene miedo a fallar?
Un cierto respeto siempre lo tienes, por la incertidumbre y la expectativa, por las cosas externas que uno no es capaz de controlar. Pero me hace muy feliz porque empezamos este tour en A Coruña en la Sala Inn el 11 de marzo y volvemos en poco tiempo y, además, al Palacio de la Ópera, que desde junio de 2019 no estábamos.
Poner fin a esta primera etapa de ‘Líneas Rojas’ en casa me apetece mucho porque empezar una gira en casa es arriesgado. Los primeros conciertos son más atropellados, uno está más nervioso, el show no está asentado y volver cuando ya está todo más rodado te hace más ilusión.
Tres discos ya, ¿cómo ha cambiado como artista? ¿Y su música?
Mi música más que cambiar, ha evolucionado, porque se identifica la manera que tengo de escribir y de comunicar desde el inicio. Ahora bien, desde el primer disco cambias. Escribo de manera más asentada, desde la calma y una madurez que entonces no tenía. Te permites investigar, hacer cosas distintas sin miedo a que no funcionen.
Es peligroso el no darse cuenta de que estás en una rueda que solo exige y no da porque es imposible que todo funcione. Mantener la cabeza al margen me ha salvado para estar haciendo lo que hago, con la calma con la que lo hago y con la manera en que lo disfruto, que es lo más importante.
En el punto en el que pierdes el disfrutar de lo que haces, para mí carece de sentido hacer música. Es muy peligroso perderse en la concepción que tenemos del éxito y del miedo a no tenerlo y el no ser conscientes de que ser una persona exitosa conlleva mucho más que recibir cosas que acrediten que eres una persona de éxito.
En esta ocasión, ¿qué va a ofrecer en el Palacio de la Ópera?
Mis conciertos siempre tienen ese punto de fiesta y de no saber si llorar o bailar cantando pero aprovecharemos más esa parte íntima que me caracteriza y que me gusta desarrollar.
¿Proyectos de futuro?
Hay muchos frentes por delante abiertos porque empezamos el 31 de enero en Las Ventas y es un concierto con una propuesta escénica distinta que incluirá bailarines y una adaptación musical con canciones nuevas que iremos presentando. Además, empiezo a grabar ‘The hit list’, el nuevo programa musical de TVG donde estaré con Rafa Durán.
Tiene un bagaje muy amplio en TV, ¿cómo ha influido eso en su carrera?
La TV ha formado parte de mi carrera desde el principio, ha formado parte de mi desarrollo artístico, es una pata a seguir desarrollando y cultivando porque me ha dado muchas herramientas, me ha enseñado mucho.
Ahora que vuela libre, ¿hasta dónde quiere llegar?
Creo que el ser humano nunca está conforme con lo que tiene y siempre quiere más y cuando consigues cosas ya estás pensando en lo siguiente.
Tener esa tendencia no es bueno porque se te olvida disfrutar lo que consigues y tienes. Este año he aprendido a estar calmada y a ser consciente de qué está para ti. Para mí es más importante cultivar el día a día para ser mejor profesional y persona. Ser artista independiente te hace valorar lo que inviertes, ya sea económico o no.
¿Es su trabajo más personal?
Sí, y más trabajado en todos los sentidos porque es una liberación, es mi primer trabajo independiente, hecho sin presión, eso genera seguridad y tranquilidad en lo que haces y te permite trabajar de manera más liberada y cocinar las cosas como quieres.
Hay una canción en gallego.
Sí, es ‘Tes que ser de aquí’. Llevaba años queriendo hacer una canción en gallego y nunca sabía cómo abordarla a nivel musical, me daba mucha responsabilidad. Hasta este año no tuve claro lo que quería hacer.
Hay una mezcla de lo electrónico y lo tradicional en la producción. Tiene un punto de fiesta y uno que conecta con Galicia, ese punto de paz, el meterle el mar de fondo, la letra,… pero para mí lo más importante es el título para entender todo lo que nos pasa en Galicia, todo lo que sentimos cuando uno cruza la línea, ve el verde, abre la ventanilla del coche, entra el aire y sabe que ya está en casa.
Todo eso para mí es lo que significa esta canción, es todo lo que te conecta con tu gente. Esa sensación era la que quería yo comunicar en una canción que al final vaya por donde vaya en España, la gente la canta.
Si tuviera que definir este trabajo con una palabra, ¿cuál sería?
Sería “rompedor” porque rompe con muchas cosas, con muchos estigmas y con muchas reglas como dice ‘Líneas rojas’.