La negociación de los presupuestos en A Coruña se retrasa respecto al calendario previsto

El documento todavía no está cerrado a pesar de que debía estar listo para principios del mes corriente
La negociación de los presupuestos en A Coruña se retrasa respecto al calendario previsto
Imagen de archivo de la mesa de negociación presupuestaria entre el BNG y el PSOE | AEC

En el último pleno, el concejal popular, Roberto Rodríguez, sentenció: “El problema es que no estamos debatiendo los presupuestos”. Aludía así a la negociación que mantiene el PSOE con el BNG para acordar unas cuentas para el próximo año. Ambos partidos se han marcado el objetivo de entrar en 2024 con unas nuevas cuentas en vigor, lo que sería todo un hito: ningún Gobierno en minoría lo ha conseguido en la historia de A Coruña. El concejal de Hacienda y portavoz municipal, José Manuel Lage, se había fijado la meta de tenerlos listos a principios de este mes. A medida que se van tachando los días del calendario, queda claro que la negociación va con retraso. 


La fecha límite es el Día de los Inocentes, y no es una broma: sería el 28 de diciembre el último día hábil para que se reúna el pleno municipal para la aprobación definitiva de la cuentas municipales. Antes tiene que haber pasado un período de 15 días de alegaciones y antes tiene que haberse celebrado otro pleno para la aprobación inicial. Lo previsible es que se trate de plenos extraordinarios y urgentes, un recurso habitual en el Gobierno de Inés Rey durante el anterior mandato, pero del que casi no ha hecho uso en este, su segundo. 


Tanto el PSOE como el BNG llevan las negociaciones en un silencio absoluto, alegando que las declaraciones a destiempo pueden enturbiar su buena marcha. Se sabe, sin embargo, que el documento todavía no está terminado, y sigue siendo un borrador sobre el que ambas partes trabajan. Es el paso previo para cerrar el acuerdo político, en el que ambas partes (en este caso representadas por Lage y por el portavoz del BNG, Francisco Jorquera) se darán la mano públicamente. Que el documento técnico esté “verde” como señalan fuentes consultadas, no es, pues, una buena señal. Pero aunque no se haya cerrado, sí se han hecho avances desde mediados de octubre, cuando comenzaron oficialmente las negociaciones.


En pleno 


El Ayuntamiento consiguió superar hace una semana la primera prueba para entrar en 2024 con los presupuestos listos: la aprobación inicial en el pleno de las ordenanzas fiscales. Como señaló el propio concejal de Hacienda y portavoz del Gobierno local, José Manuel Lage, era necesario hablar primero de las previsiones de ingresos antes de meterse en harina con las previsiones de gastos. 


Las ordenanzas salieron adelante gracias a los votos a favor del BNG y a pesar de los votos en contra del PP, que criticó la subida generalizada de las tasas, incluida la del IBI, del 3,33%, que se aplicará a partir de 2024. Sin embargo, Jorquera hizo una advertencia en el hemiciclo: las ordenanzas fiscales están ligadas a las negociaciones presupuestarias, y hace dos semanas solo se votaba la aprobación inicial. 


Tras el periodo de alegaciones, que dura un mes, volverán a llevarlas a pleno. En ese tiempo debería estar cerrado el documento con los presupuestos pero no está resultando fácil: la táctica negociadora de Lage consiste en incluir las peticiones del BNG en las cuentas pero sin tener que acordar todas las partidas presupuestarias con sus socios. Por mucho que el PSOE necesite a los nacionalistas en este mandato (tanto o más que a la Marea Atlántica en el anterior), el Gobierno de Inés Rey quiere las manos libres.
De hecho, es sabido que Jorquera estaba dispuesto a un bipartito con el PSOE, a pesar del mal recuerdo que dejó esta fórmula durante el mandato de Javier Losada (2006-2011) que cerró un pacto semejante con Henrique Tello. El líder nacionalista también tiene en mente los profundos desencuentros entre Marea y PSOE, en el que los primeros acusaban a los últimos de incumplir los acuerdos. 


Al ser preguntado por la marcha de las negociaciones, a finales del mes pasado, Jorquera fue muy conciso: “Nin ben nin mal. Van”. No es una respuesta muy entusiasta, pero ambas partes están condenadas a entenderse. La alcaldesa siempre ha presumido de diálogo, señalando la gran cantidad de acuerdos que se han aprobado, muchos por unanimidad, pero el PP recuerda a menudo que han sido sus votos los que han sacado adelante proyectos, a pesar de no haber negociado nunca con ellos en serio. 
Si consigue aprobar las cuentas antes de 2024, habrá conseguido un hito y evitará las continuas modificaciones presupuestarias.  Solo este año, que ya encara su recta final, han sido cinco. Eso tampoco es una broma. 

La negociación de los presupuestos en A Coruña se retrasa respecto al calendario previsto

Te puede interesar