La Nochevieja de 2023 en A Coruña fue si hay que creer a las autoridades, bastante tranquila. Pero el baremo con el que se mide la Nochevieja no es el mismo con el que se mide cualquier otra noche del año, así que eso no significa que estuviera libre de incidencias: los jóvenes salieron a la calle enfundados en sus mejores galas para disfrutar de la diversión. Eso, para muchos significa beber hasta no poder más. El resultado es que los servicios de emergencia atendieron varios comas etílicos a lo largo de la noche y hasta la madrugada.
Pero caer desmayado no es el único efecto que provoca el alcohol. Sus cualidades deshinbidoras llevan a menudo a mostrar falta de respeto a la propiedad pública. En este caso, la cara del insigne Castelao, cuya estatua de la plaza del Humor ha amanecido sin nariz. Hacía solo unos meses que se había reformado la plaza, estatuas incluidas, pero ahora tendrán que repararse de nuevo. El problema, señalan las autoridades, es que la nariz se ha perdido. Y será difícil seguir su rastro.
Por lo demás, la Nochevieja de 2023 registró alguno de los incidentes a las que ya tiene acostumbrados a los coruñeses. Entre ellos el inevitable problema con los ascensores. Los bomberos tuvieron que acudir a las nueve y media de la noche a la avenida de Salvador de Madariaga para liberar a varias personas atrapadas en un elevador. Lo consiguieron a tiempo para que pudieran disfrutar de la cena y de las campanadas.
Ya a media mañana, después de que muchos hubieran hecho cola en las paradas de taxis para regresar a casa agotados, había bastantes que pretendían seguir la juerga. La Policía Local también estaba bastante activa, e hizo una redada en un pub de la calle Orzán ante una sospecha de posesión de drogas.