Aunque no es extraño que una obra pública exceda el calendario previsto (el mercado de Monte Alto es un ejemplo) sí es insólito que la demora sea tan grande. Las obras de las viviendas sociales del cruce de Marqués de Pontejos con San Nicolas encadenan su cuarta  prórroga, que hoy se votará en Junta de Gobierno local. Son trabajos de rehabilitación para construir cinco viviendas de alquiler social.

  
La obra tenía un plazo de tiempo de diez meses, y debía haberse concluido en agosto de 2023, pero ya en junio de ese año, la empresa pidió la primera solicitud de ampliación, de cuatro meses. Es decir, que debería haber terminado en diciembre de 2023. Pero no fue así, y esperó hasta mediados de abril de 2024 para solicitar una nueva prórroga que fijó el fin de las obras en septiembre del año pasado. Cuando solo faltaban cinco días para que expirara el plazo, se solicitó más tiempo aún, y como siempre, la Junta de Gobierno local se lo concedió. 

La entrega de la obra quedaba fechada entonces para el 28 de septiembre. Y ahora, Ogmios Proyecto SL solicita aún más tiempo, de manera que no se entregaría el edificio hasta el 31 de mayo de este año.  

Justificaciones

Para justificarse, la empresa alega toda clase de imprevistos. Por ejemplo, que la subcontrata ha incumplido el suministro de material de carpintería exterior, y que ha tenido que contratar a otra. Esto ha retrasado todo el proyecto y lo mismo ha ocurrido con la obra interior, así como con algunos cambios y obras en zonas como los aseos. Además, también han encontrado “una dificultad extrema” para conseguir mano de obra. En un proyecto como este, al tratarse de un edificio pequeño, las empresas no quieren participar porque no le sacan suficiente rendimiento. De hecho, algunas de ellas han abandonado por este motivo.  

Y, por si fuera poco, se encuentran pendientes los trabajos de enlace de la acometida eléctrica. La empresa alega que nada de esto es responsabilidad suya, así que a la Concejalía de Urbanismo no le ha quedado más remedio que prorrogar una y otra vez los plazos. Hay que tener en cuenta que el proyecto tiene un presupuesto de 1,6 millones de euros y que Ogmios se compromete a entregarla sin que el retraso suponga un incremento del coste.

Cuestionado al respecto la semana pasada, el concejal de Urbanismo, Francisco Díaz Gallego, reconoció que una obra como esta, de rehabilitación de dos edificios (que se fusionan en uno) resulta “complicada” y que se retrasó mucho más de lo previsto, pero asegura que está a punto de finalizar.