Nuevas cámaras de tráfico controlarán el flujo de vehículos del área de A Coruña

La edil de Movilidad promete que no habrá restricciones a la circulación, por lo menos a corto y a medio plazo
Nuevas cámaras de tráfico controlarán el flujo de vehículos del área de A Coruña
Un policía local controla las pantallas en el Centro Integral de Mobilidade (CiMob) situado en la estación de autobuses

Como les gusta señalar a los expertos, el verdadero problema del tráfico en A Coruña se genera en el área metropolitana. Cada día, después de desayunar, miles de conductores se cruzan en uno y otro sentido por Alfonso Molina. Son cerca de 120.000 y los que acuden a la ciudad tienen que buscar un aparcamiento en cualquier sitio. El objetivo del Ayuntamiento es estudiar el flujo de tráfico para diseñar un servicio de transporte público que realmente cubra las necesidades del viajero. Para eso, los nuevos sistemas de vigilancia detectarán cada matrícula que entre en la ciudad, y la guardarán en un archivo que indicará qué clase de vehículo es y de dónde procede. 


La concejala de Movilidad, Noemí Díaz, explicó recientemente cuáles son la intenciones del Gobierno local para con la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que lleva instalando desde hace más de doce meses y que entrará en funcionamiento este año en una fecha aún por determinar. Han sido muchos dispositivos los que se han colocado en los principales cruces de la ciudad, un doble anillo en la ronda de Outeiro y la de Nelle. 
El despliegue tecnológico es mareante: 50 dispositivos Bluetooth que permitirán obtener tiempos de recorrido y el origen y el destino de los coches, 20 puntos de control en Vías Prioritarias Videovigiladas, 39 cámaras para el control de zonas peatonales, 84 nuevos paneles de información viarias y, sobre todo, estas nuevas 47 cámaras que tienen como objetivo declarado el de mejorar la circulación. 


“Que quede claro: as cámaras que están colocadas na zona videovixilada, o único que van facer é tomar datos de matrículas para saber que vehículos acceden, a tipoloxía e a súa procedencia. Nada máis”. Todos estos datos se acumularán para “nalgún momento facer un novo proxecto” o tener en cuenta otras actuaciones que mejoren la movilidad. 


Es cierto que los técnicos municipales ya recogen datos del tráfico empleando otros medios, como aforadores, que son esos cables que se cruzan una calle de parte a parte. No solo captan el número de vehículos, sino que la distancia entre el primer y el segundo par de ruedas indica también qué clase de vehículo puede ser. “Pero son datos aproximados, non reais”, matiza Díaz. 


Con todos estos datos se podrá mejorar el transporte interurbano realizando los cálculos estadísticos. “Estará enlazado co rexisto da DGT e así saberemos a súa procedencia”, comentó. De esta manera, se podrán trazar líneas de bus u otras medidas que mejoren la circulación en el área y la hagan menos dependiente del vehículo privado.


Miedo a las limitaciones

Díaz insistió mucho en esto porque sabe que la población está inquieta. Las ZBE se crearon para restringir la entrada al centro de las ciudades de más de 50.000 habitantes de vehículos de combustión interna, y así mejorar la calidad ambiental. Esto supone un problema para aquellos que no disponen de un vehículo eléctrico, sobre todo si tienen que circular hacia Monte Alto. “Realmente hai un medo a que se comecen a implantar medidas de limitación de vehículos nas zonas de baixas emisións pero realmente isto non é así”, prometió, al tiempo que matizaba un poco su afirmación: “Non se vai facer nin a curto nin a medio prazo. Haberá que ver quizais, pode ser, a longo prazo”. 


El Ayuntamiento obtuvo cerca de seis millones de euros de fondos europeos Next Generation para cerrar su ZBE, pero el tráfico solo se restringe en la Ciudad Vieja y La Marina, zonas donde solo podían ya acceder residentes y el transporte público. La ZBE coruñesa no será como las demás. “Implica outro tipo de actuaciones que non teñen que ver coa restricción de vehículos”, señala la concejala. 


Además, como la propia Díaz reconoce, la calidad del aire no es un problema en A Coruña, una ciudad expuesta a los vientos del Atlántico. Existen estaciones de medición y en ningún momento los distintos elementos contaminantes han llegados a superar los límites fijados. “Estamos dentro dos límites que se consideran saudables”, recuerda.


Sin embargo, la ZBE no significa luchar solo contra el cambio climático, sino mejorar la calidad del aire. Y en esto, la concejala de Movilidad lo tiene claro: “Queremos mellorar a calidade de aire pero sin restriccións”. 

Nuevas cámaras de tráfico controlarán el flujo de vehículos del área de A Coruña

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