El Ayuntamiento ultima la instalación de ocho nuevas cámaras para el control de zonas de carga y descarga. El objetivo es obtener una mayor información sobre el tráfico de mercancías en la ciudad y controlar el correcto uso de esos espacios, permitiendo sancionar a quien los utilice sin contar con los permisos para estacionar en ellos.
Los dispositivos forman parte del plan de renovación del CiMob (Centro Integral de Mobilidade) puesto en marcha por el Gobierno de Inés Rey, que contó con un presupuesto total de seis millones de euros –procedentes de fondos Next Generation— para la mejora del control y planificación de la movilidad urbana.
El sistema de control y monitorización de carga y descarga comenzó con un primer programa piloto en la calle de Alfredo Vicenti con la avenida de Finisterre, haciendo una primera prueba del seguimiento del tráfico en la distribución de mercancías. A este dispositivo se suman ahora siete nuevos puntos de control. De esta forma se recabarán más datos sobre el uso de las zonas de carga y descarga, junto con el tiempo de uso y horarios, de cara a un mejor diseño de la movilidad en A Coruña. Junto a la de Alfredo Vicenti, se instalarán tres nuevas cámaras en zonas de carga y descarga ya existentes: una en el mercado de Elviña, otra en la plaza del Conservatorio y otra en la calle de Jerónimo Vázquez Franco, número 3, en el alto de Eirís.
A ellas se suman otros cuatro dispositivos localizados en zonas de carga y descarga de nueva creación. Una en la plaza de Vigo, junto al Registro Civil; en la calle Sinfónica de Galicia con Juan Flórez; otra en la ronda de Monte Alto, en el cruce con la avenida de Navarra; y una última en la calle del Almirante Cadarso con Paseo de Ronda.
La instalación contó con un presupuesto total de 386.297 euros para el suministro y montaje de las cámaras junto con la aplicación informática necesaria para su correcto funcionamiento. Los nuevos dispositivos enviarán información en tiempo real al Centro Integral de Mobilidade del uso de las plazas reservadas para operaciones de carga y descarga que será posteriormente revisada y valorada por el personal municipal, que podrá sancionar a quien ocupe esas plazas sin estar habilitado.
El control de las zonas de carga y descarga responde a una demanda de los comerciantes y transportistas, que muchas veces encuentran que los lugares reservados para desarrollar su trabajo están ocupados por vehículos estacionados de forma incorrecta.