La regulación de las viviendas de uso turístico dio ayer un nuevo paso hacia convertirse en realidad. El Gobierno municipal presentó el borrador de la ordenanza, que confirma lo que ya se había adelantado con anterioridad: los pisos turísticos tendrán que limitarse a edificios completos en la zona Pepri (Pescadería y Ciudad Vieja) y bajos o primeras plantas en el resto de la ciudad. El Gobierno local, por lo tanto, pretende aplicar la normativa del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), así como el Plan Especial de Protección de la Ciudad Vieja y Pescadería.
El Ayuntamiento, además, busca calificar este tipo de inmuebles como negocios; es decir, tendrán que estar inscritos por la Agencia de Turismo de Galicia en el Registro de Empresas y Actividades Turísticas, de acuerdo con su uso terciario de hospedaje y no residencial, tal y como defiende la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga).
El concejal de Urbanismo, Rehabilitación y Vivienda, Francisco Díaz Gallego, presentó el borrador de la ordenanza en una nueva mesa sectorial en la que participaron representantes de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Aproinco, Aviturga, Hospeco, el Colegio Oficial de Administradores de Fincas, Colegio Oficial de la Propiedad Inmobiliaria, COAG y Unión de Consumidores de Galicia. En las próximas dos semanas el Gobierno local trabajará para consensuar la nueva ordenanza a nivel político y todos los sectores implicados se reunirán de nuevo tras ese plazo para presentar sus alegaciones o aportaciones.
El borrador presentado por el Gobierno local indica que la habilitación administrativa no es suficiente para implantar el uso de una vivienda turística si no cuenta con la autorización de la comunidad de propietarios. Además, será la Administración autonómica la que deberá comprobar si la localización de este inmueble de uso turístico es compatible con el régimen de usos de la planificación municipal. De no cumplirse esta comprobación, en caso de que la vivienda resulte incompatible con el planeamiento municipal, será dada de baja del Registro de Empresas y Actividades Turísticas (REAT).
La comercialización de estos inmuebles deberá consistir en la cesión temporal del uso y disfrute de la totalidad de los mismos. No se podrán formalizar contratos por habitaciones ni coincidir dentro de la vivienda personas usuarias que formalicen diferentes contratos. A su vez, los pisos turísticos deberán estar declarados como actividad ante la Administración turística.
En A Coruña existen 1.300 pisos turísticos. El texto presentado ayer por el Ayuntamiento refleja, por otra parte, que se ha verificado que existen viviendas que ejercen esta actividad sin contar con la habilitación administrativa municipal, “vulnerando” también las “determinación de los usos del planeamiento municipal vigente” de 2013. Por ello, “con esta regulación se trata de propiciar las condiciones de retorno al uso propiamente residencial y buscar el equilibrio entre las distintas necesidades de la ciudadanía”.
El debate sobre la regulación de las viviendas de uso turístico, sin embargo, sigue enfrentando a las partes. Mientras el Ayuntamiento considera que la expansión de estas repercute en la ciudad en distintos aspectos, ya sea disminuyendo el parque de viviendas disponible para alquilar o incrementando los precios de los arrendamientos –“que en el caso de los jóvenes resulta desproporcionado con sus ingresos”–, desde Aviturga siguen alertando de los efectos negativos que provocará esta regulación. “La ordenanza supondrá la desaparición de todas las viviendas de uso turístico (400) en el centro de la ciudad, donde la asociación de vecinos no solo no protesta sino que reconoce que gracias a ellas se están rehabilitando muchas viviendas y está revitalizando el centro”, asegura el vicepresidente de Aviturga, Rafael Serrano.
Este, además, explica que en la reunión de ayer pidió que se aclarase si la norma tendrá carácter retroactivo. Es decir, si los pisos turísticos que ya funcionan tendrán que adaptarse a esta. La respuesta inicial es que sí. Otra reclamación ha sido la de permitir el uso mixto de estos inmuebles. Serrano relata que hay muchos que en invierno se dedican al alquiler de temporada a estudiantes y en verano al uso turístico. Todo hace indicar que esto tampoco se permitirá, ya que no se contempla en el borrador presentado.
El vicepresidente de Aviturga añade que “la ordenanza vaciará el centro de unidades residenciales para edificios terciarios, ya que cualquier edificio ahora residencial podrá ser dedicado a turístico, concentrando las opciones de inversión a empresas o fondos de inversión frente al modelo actual en el que el 85% de las viviendas son alquiladas por vecinos de la ciudad”. Califica todo ello como un “desmantelamiento” hacia un nuevo modelo. Con todo, Serrano calcula que de las 783 viviendas que hay en las zonas con más influencia, quedarán ochenta. En la reunión de ayer instó, además, a aportar garantías jurídicas a los propietarios de viviendas de uso turístico que operan en la actualidad.
Por su parte, el presidente de la Asociación empresarial de Hospedaje de A Coruña y director del NH Collection Finisterre, Agustín Collazos, destaca tres aspectos solicitados por su entidad. El primero es la agilidad. “Que sean rápidos en hacer que se cumpla la ley de 2013 y que todas las viviendas turísticas abiertas vuelvan a la legalidad”. Hospeco también reclama que haya una forma de limitar el número de viviendas de uso turístico en la urbe. “Nos va a hacer daño y no va a ser positivo que se desborde su número. Por ejemplo, la Ciudad Vieja sería muy perjudicial que se convirtiese en un parque temático si se hacen allí edificios enteros”, señala Collazos, quien rechaza el uso mixto de los inmuebles. “O solo viviendas de uso turístico o solo familias”.