No es nostalgia, porque para sentirla tendrían que haber desaparecido en algún punto. La Oreja de Van Gogh siempre ha estado presente, desde hace 28 años, en el Olimpo del pop español. Este sábado Leire, Pablo, Álvaro, Xabi y Haritz demostraron que tienen la fórmula para hacer de un concierto una experiencia memorable. ‘Cuídate’ y ‘El último vals’ fueron tan solo el inicio de lo que sería más de una hora de recital al unísono: el público del Recorda Fest se entregó a la banda de San Sebastián.
Fueron la última gran confirmación del cartel, la que parecía que todo el mundo estaba esperando. Y no defraudaron. Con solo poner un pie en el escenario, los gritos y aplausos llenaron el muelle de Batería, hasta causar, con el paso de los minutos, un punto sin retorno. Las canciones de antes y de ahora sonaron como la banda sonora del festival, tras haberlo sido durante más de dos décadas de varias generaciones.
Pocas palabras y mucha música. Esa fue la tónica general del concierto, en el que la voz de Leire rememoró gran parte del cancionero de los álbumes del grupo. ‘Inmortal’, ‘Puedes contar conmigo’, ‘Cometas por el cielo’ y ‘La playa’ son algunos de los temas con los que el público más conectó y así lo transmitieron, pero si hay un éxito del que la banda puede presumir, ese es ‘Rosas’. Una explanada llena, que incluso enmudeció a Leire, cantó la canción de principio a fin.
Justo antes de lanzarse con ‘Rosas’, Leire demostró su amor: “Mi marido es galego, de Ferrol, y lo de ‘quérote moito’ lo digo perfectamente”, explicaba tras dar las gracias en gallego al público. “Aunque me gusta más decir graciñas”.
Con un trío de ases el grupo se despidió, no sin antes desatar, de nuevo, la euforia entre los asistentes al festival. ‘Pop’, ‘Muñeca de trapo’ y ‘20 de enero’ fueron las canciones elegidas para concluir un recital cargado de emoción, saltos, alegría. Y es que cuando la por entonces jovencísima banda escribió en 2003 ‘Deseos de cosas imposibles’, probablemente nunca se imaginó que sería posible seguir despertando, veinte años después, tantas emociones allá por donde pasan.
El muelle de Batería fue ayer testigo de otras actuaciones para el recuerdo. A primera hora de la tarde, Fran Perea, también icono de la cultura pop con su participación en ‘Los Serrano’, de la que destacó que “hace 21 años que empezó”, se mostró entregado al público y el clima herculino. “Qué bonito ver a tanta gente tan temprano aquí. Y menudo calorazo”, comentó.
Perea continuó con su legado seriéfilo cantando a la luz del sol ‘En serie’, una recopilación de bandas sonoras de obras como ‘Siete vidas’, ‘Compañeros’, ‘Física y Química’ o ‘Friends’, dejando para el final ‘Uno más uno son siete’, para deleite de los asistentes, que corearon al artista.
Por su parte, Coti expresó su enamoramiento con la ciudad: “Parece Málaga en vez de A Coruña. Qué bonito sería vivir en Galicia”. El artista subió al público a bailar cumbia durante ‘El embrujo’ y acabó con su archiconocida ‘Nada de esto fue un error’, que cantó mientras grababa con su teléfono al público. Una magia que se propagó a las actuaciones de la noche, con artistas como Marlon, Álvaro de Luna o Maldita Nerea despidiendo con broche de oro el verano coruñés.
El muelle del puerto de A Coruña ha vibrado en esta segunda edición del Recorda Fest que termina con 23.000 asistentes y todas las entradas del festival vendidas.