Que el anunciado lleno de Pablo Alborán en el Coliseum iba a ser un éxito era un secreto a voces, pero esta vez con un acento y en una lengua distinta a lo habitual. Y es que el malagueño se metió al público en el bolsillo, si es que no lo tenía ya antes de empezar, hablándole primero y cantándole en gallego después.
Con los cinco minutos de espera de rigor, y tras abrir con ‘Carretera y manta’ y ‘No vaya a ser’, a Alborán se le escapó un “buenas noches, A Coruña”. Rectificó. “Perdón, boas noites, A Coruña”. Y fue ahí donde empezó una declaración de intenciones para las dos horas que tenía por delante. “Tiña moitas ganas de voltar aquí, de bailar xuntos e esquecerme do tempo. Entregarme a vos nestas dúas horas, ou máis”. Dicho y hecho.
El viaje a través de sus seis discos duró lo pactado y, además del regreso al hit de lanzamiento ‘Solamente tú’, para el recuerdo quedará la noche en la que Pablo Alborán se arrancó a cantar ‘Tu refugio’ íntegramente en gallego. Sin subtítulos, sin pinganillos y, sobre todo, con un amor eterno cuyos votos renovaron el artista de la sonrisa perenne y la ciudad en la que nadie es forastero y en la que todos se entienden a la perfección.