Los padres de Diego Bello, el coruñés asesinado el 8 de enero de 2020 en la isla de Siargao, asistirán a una nueva sesión de la juicio que sigue en Manila contra los tres policías filipinos acusados de haber asesinado al empresario coruñés y de haber falsificado pruebas para tratar de justificar su muerte. Según la acusación de la Fiscalía filipina, Diego fue abatido por el capitán Vicente Pañuelos y los sargentos Ronel Azarcón y Nido Boy Esmeralda a las puertas de su casa en la isla de Siargao, al sur del archipiélago, en enero del año 2020.
La versión policial señalaba que los agentes habían disparado en defensa propia cuando iban a detener a Bello, acusándolo de tráfico de drogas. Las investigaciones realizadas por el NBI (National Boreau of Investigation), un organismo dependiente del estado filipino, concluyeron que "los policías habían asesinado a sangre fría a Diego y que habían colocado en sus manos una pistola y unas dosis de cocaína, intentando explicar así su muerte como defensa propia de los gendarmes", tal y como indica la familia del coruñés.
Los allegados de Diego Bello señalan en un nuevo comunicado que "la trayectoria de los disparos que acabaron con la vida de nuestro querido Diego acusan directamente a los tres policías acusados judicialmente de su muerte". Será el día 22 de este mismo mes cuando tenga lugar una nueva vista del juicio en la que estarán presentes los acusados y el bufete filipino encabezado por Ian Malilong, continuando el testimonio del experto en balística del NBI que inició su declaración en la anterior cita el pasado mes de octubre.
Los padres de Diego estarán acompañados por el abogado coruñés Guillermo Mosquera, que mantiene contacto permanente con los abogados filipinos que están ejerciendo en Manila la representación legal de la familia de Bello en el juicio.