Exactamente un año después del vallado y la actuación provisional sobre el edificio situado en el número 3 de la calle Damas la sensación de los vecinos es si cabe peor que antes de la misma. Y es que la asociación vecinal apunta al inmueble como “foco de infección e insalubridad que provoca un sinvivir diario a los vecinos de esa calle”.
El horizonte a medio plazo, no obstante, invita más al optimismo. Y es que hace un año el número 3 la calle Damas sumaba doce requerimientos y siete multas y se encontraba en situación de abandono. El pasado mes de marzo, en cambio, se abrió el procedimiento para su venta, dentro del Plan Especial de Reforma y Protección Interior.
Es precisamente ese compás de espera lo que desde la asociación vecinal se convierte en cada vez más complicado, tal y como explica Leonardo Méndez, su presidente. “La licitación y el proceso de la misma no está relacionada con el mantenimiento, porque no sabe sabe el tiempo que puede requerir. Se cumple un año del vallado y hay cosas que requieren una intervención inmediata”. Méndez, además, asegura que algunos asociados se ven condicionados en su día a día por la aparición de “palomas, excrementos, y plagas de insectos”. “No me imagino tener que cerrar las ventanas de mi propia casa por mosquitos o palomas, vivimos en una época en la que ciertas cosas no se deben tolerar y lo que exigimos es una intervención”, finaliza el presidente vecinal.