Llegó el momento: después de algo más de un año de espera, las obras de la ría de O Burgo han concluido, y ya es posible para los viandantes caminar por el Paseo de la ría, recorriendo la orilla desde el puente de A Pasaxe hasta el de O Burgo sin ninguna interrupción, y disfrutar de las nuevas zonas verdes. La Subdelegación del Gobierno confirmó ayer que hoy se recepcionan las obras y se retiran las vallas que llevan tanto tiempo instaladas. Sin embargo, la ría tardará todavía más de un año en volver a ser productiva para el marisqueo, y no se ha acabado con la siembra de cría.
En las últimas semanas, la empresa Acciona ha subcontratado la siembra de cría de almeja y navaja que los cofrades se habían negado a hacer. En primer lugar, porque no se les habían garantizado las ayudas millonarias que necesitan para subsistir hasta que la ría vuelva a ser productiva. En segundo lugar, porque consideran que la ría no está todavía lista para la siembra. Sin embargo, la empresa pidió permiso a la Xunta para hacer pruebas, y esta se lo concedió.
Un permiso sucedió a otro y ahora ya hay en la ría unos 14 (de 18) millones de crías de marisco, según los cálculos de la Cofradía de Mariscadores. “O que nos di a Consellería do Mar e que non poden negarlles o permiso si a cría é da talla adecuada”, se lamentan. Al no estar los bancos marisqueros listos, se siembra sobre todo en los canales, según afirman los propios mariscadores. Hay algunos bancos de arena, como el de O Carniceiro, que se encuentran muy afectados por el dragado.
La obra debería haberse recepcionado a principios de año, pero se demoró precisamente por la petición de los mariscadores de esperar hasta esta época porque era más adecuada para la siembra del marisco. Las obras de dragado, que ya se habían dado por concluidas, se ampliaron entonces para mejorar las riberas. A pesar de eso, a día de hoy aún se pueden ver montones de escombros en la ribera, sin que hayan sido retirados por las dragas.
El jefe de Demarcación de Costas, había asegurado, ya en diciembre, que los resultados eran “muy positivos”. Se trata del mayor proyecto de descontaminación integral de una franja costera que haya abordado jamás el Gobierno de España, y ha sido posible gracias a los fondos europeos Next Generation, que han proporcionado 37 millones de euros.
Aunque los mariscadores tardarán todavía mucho en volver a faenar, el público ya puede disfrutar de los nuevos espacios verdes. Es un espacio que se ha ganado al agua con la instalación de geotubos de cien metros de largo rellenos de ese mismo lodo tóxico que se retiró y que sirven de cimientos a gran espacio de césped y árboles, tanto en Culleredo como en Oleiros, así como en la conexión de los paseos.
El 20 de marzo se celebró una plantación de árboles con la intención de sombrear esos 70.000 metros cuadrados de zonas verdes. Fueron diez árboles, un acto simbólico que contó con la participación de los niños de Down Coruña y que preludió la apertura de la zona al público. Ayer todavía era posible ver a los operarios poniendo a punto los últimos detalles de la obra tan esperada.
Desde la Delegación del Gobierno, lo consideran “unha obra modélica, que uniu o impulso decidido deste Goberno coa cooperación co resto de administracións e, por suposto, cos mariscadores. Hoxe, xa é unha realidade”. La única pega, señalan los propios mariscadores, es que se haya rematado mal una obra tan importante sembrando de forma incorrecta el marisco.