El regreso a las aulas marca también la vuelta de los virus. Ya han estado circulando en épocas festivas pero ahora, con el retorno a las clases, se incrementa aún más el riesgo de contagio entre los más pequeños. El pediatra de Urgencias del Hospital Materno de A Coruña Iván Presno prevé que el pico se alcance hacia finales de enero, aproximadamente una semana o diez días después del reinicio de los colegios y escuelas infantiles tras la Navidad. 

“Este año aún no hemos vivido el pico de consultas invernales al que estamos acostumbrados”, asegura el pediatra. No obstante, Presno quiso lanzar un mensaje de tranquilidad: “Esto es normal. La mayor parte de todos estos procesos febriles son víricos. Hay que tener calma con ellos”.

Gripe, covid y gastroenteritis son los casos que más está registrando el Materno. “Todos ellos con procesos benignos y que se manejan bien con tratamiento sintomático”, indica Presno. 

El pediatra insiste en la importancia de que los niños permanezcan en casa si están enfermos. “Evitar el contagio es muy difícil porque a los niños mayores sí que se les puede incidir un poco más en las medidas de aislamiento e higiene. Pero los pequeños van a interactuar con otros niños y lo habitual es que al final cojan todo lo que tengan”, argumenta Presno. 

Como recomendaciones, asegura que lo más efectivo para prevenir el contagio es el lavado de manos frecuente. “Si son niños mayores, usar la mascarilla y si son más pequeños insistir en que tosan tapando con la mano. Sentido común, no es nada diferente a lo habitual”, añade.

Signos de alarma 

Presno indica que muchos cuadros gripales y gastrointestinales se pueden manejar en Atención Primaria con tratamiento sintomático: “Muchas veces los traen en el primer pico febril. En ese caso, pueden probar a darle antitérmicos como paracetamol o ibuprofeno y, si evolucionan bien, ir al pediatra en las 24 o 48 horas posteriores”.

Sin embargo, sí que existen unos signos de alarma por los que llevar al menor a Urgencias: “En los cuadros gastrointestinales, si ven al niño deshidratado o si notan que hace menos pis. Y en los catarrales, si los ven con dificultad respiratoria o fiebres muy altas que no bajan con los antitérmicos o de muchos días de evolución. Ahí sí que recomendamos venir a Urgencias”. 

El pediatra insiste en abordar estos procesos desde la calma, aunque sean recurrentes. “Vemos padres preocupados por procesos febriles benignos, pero muy seguidos en poco tiempo. Es algo habitual. Los dejan y cogen otro. Sobre todo, insistir en la tranquilidad”.