La Subdelegación del Gobierno ha concedido permiso al Ayuntamiento para instalar dos cámaras de seguridad en el cruce de la calle del Socorro con Sol, uno de los epicentros del ocio nocturno de la ciudad, de manera que podría instalarse en las próximas semanas. Dado que se tratas de cámaras de seguridad, y no de tráfico, el Ayuntamiento ha tenido que solicitar los preceptivos permisos al Gobierno central. Por el momento, no hay plazos para su instalación.
Existen muchas cámaras municipales en la ciudad, pero pocas como esta, puesto que la mayor parte son de tráfico, y unas pocas se destinan a la vigilancia de edificios municipales. En cambio, en este cruce, los sensores vigilarán la vía pública, en un punto especialmente delicado porque los vecinos del Orzán siempre protestan por las aglomeraciones de jóvenes que generan ruido y, a veces, altercados.
Es otra medida que ha decidido adoptar el Gobierno de Inés Rey para ofrecer a los vecinos de la zona la seguridad que llevan años demandando. Se espera que las cámaras tengan, en primer lugar, un efecto disuasorio, puesto que estarán señalizadas y se instalarán sobre un gran báculo, pero también permitirán que no queden impunes los altercados que a menudo se disuelven antes de la llegada de los agentes de la autoridad.
De todos modos, hay que señalar que no es la primera vez que el Gobierno local instala cámaras para vigilar zonas conflictivas por el ocio nocturno. No hay más que recordar la plaza del Humor, que en su época acogió el botellón de la ciudad. Además de convertirse en una Zona de Especial Protección (ZEP), también se convirtió en una zona videovigilada. Otros puntos, como los jardines de Méndez Núñez, especialmente el reloj floral, que sufría periódicamente ataques vandálicos por parte de jóvenes ebrios, también estaban supuestamente protegidos por el ojo vigilante de una cámara, pero quedaron fuera de servicio por falta de mantenimiento.
Conviene recordar que, en mayo, y durante un mes, los agentes de la Policía Local emplearon cámaras personales, a modo de prueba, en horario nocturno. Eran nueve agentes los que llevaban estos aparatos, que ya emplea la policía americana y la de otros países de Europa, pero nunca se había usado en Galicia.
El Ayuntamiento todavía no ha aclarado si en un momento dado piensa equipar a todo el Cuerpo municipal con esta clase de dispositivos. Hay que tener en cuenta que, aunque desde la sala de pantallas de la Policía Local de A Coruña se controlan docenas de cámaras, estas son de tráfico, no de seguridad, aunque han sido útiles en multitud de ocasiones en los últimos años para aclarar crímenes, a veces muy graves, como el atropello intencionado de tres jóvenes en 2017, que se saldó con una muerte.