La asociación prolegado de Emilia Pardo Bazán hacía pública ayer una carta, firmada por la condesa de Pardo Bazán, Carmen Colmeiro, en la que pedía respeto por el legado de la autora y una sede alternativa para su casa museo, mientras se llevan a cabo las obras en el edificio de la calle Tabernas que aloja esta sede y la de la Real Academia Galega (RAG). A finales del pasado año, la academia tuvo que trasladar su día a día al polígono de Pocomaco, mientras que sus diferentes actos se llevan a cabo en instancias municipales, como ocurrió hace unos días con el anuncio de Luísa Villalta como homenajeada en las Letras Galegas de 2024, acto que se celebró en el palacio municipal.

La entidad vinculada al legado de la escritora coruñesa, entiende que las obras en la calle Tabernas son necesarias, pero muestra sus dudas acerca del futuro de la casa museo en tal edificio. Y, sobre el momento actual, critican que “la casa museo EPB sigue inhumada en el polígono de Pocomaco doce meses después”, y añaden que en Tabernas “no hay obra alguna en marcha, sin que se conozca el plazo de la concesión de los permisos y licencia indispensables” para ese fin.

Lugar 'digno y céntrico'

Desde la entidad recuerdan como se llevaron a cabo las donaciones a la RAG en el pasado, y como éstas tenían como fin la puesta en marcha de la casa museo dedicada a la autora. Por ese motivo, solicitan “que se disponga de una sede provisional, digna y céntrica, para albergar los libros, muebles, obras de arte y enseres que la familia de doña Emilia donó para su exhibición y conservación”.

Hacen esta petición, además de para que su legado no esté guardado, para que pueda “ser visitado por coruñeses y viajeros, investigadores y turistas de toda clase y condición”.