Cuando se cumplen 50 años de su fallecimiento, decenas de personas participaron ayer en los actos del Día Lugrís, que contó con varias actividades lúdicas, pero también reivindicativas. Convocados por los colectivos In Nave Civitas y O Mural, los coruñeses comenzaron la tarde en el Obelisco, pintando paraguas con ‘motivos lugrisáns’, propuesta a la que no dudaron en sumarse los más pequeños de la casa.
La ‘pintada’ de paraguas fue solo el primero de los reclamos de la tarde de ayer, que continuó con una marcha que culminó en el número 25 de la calle Olmos, el edificio en mal estado que alberga murales de Lugrís, para los que los colectivos convocantes llevan años solicitando mayor proyección. A las puertas del edificio, se llevó a cabo una nueva performance, similar a la que se llevó a cabo en el mismo lugar hace unas semanas.
En esta ocasión, ‘altas representacións institucionais’ visitaban, junto a ‘outros mandamases’, el edificio en cuestión, llamando de nuevo la atención de los viandantes, sorprendidos por una propuesta que se quiso mantener en secreto hasta el último momento. Con esta performance, y el posterior ‘baile de sereas e tritóns’ en el Circo de Artesanos, los colectivos pretendían “manter na memoria da cidadanía a inactividade” para la protección de los mencionados murales.
Cabe recordar que estas obras de Lugrís están en un edificio que antaño era un restaurante, uso que dañó los murales. Aunque el mayor problema vino después, cuando el inmueble quedó sin uso y sus desperfectos comenzaron a afectar a la integridad de las piezas, las cuales podrían estar dañadas hasta por filtraciones de agua.
A pesar de que las obras están catalogadas, se llegó a pedir su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), petición que no ha llegado a buen puerto, pese a que otras obras suyas sí lo lograron. A principios de este año, el Ayuntamiento exigió actuaciones de protección a los dueños del inmueble, asegurando que actuarían de forma subsidiaria en caso de que no se llevarán a cabo estas acciones.