No hace ni dos semanas cuando A Coruña registró un récord de temperatura en este mismo mes de noviembre, concretamente alcanzando los 25,3 grados de temperatura. Durante el día de ayer, las alertas fueron por culpa de todo lo contrario.
Esta vez, la tercera borrasca de la temporada, denominada ‘Caetano’, sacudió a la ciudad con una gran masa de viento y precipitaciones, que provocó que los coruñeses pasaran de la playa al paraguas en cuestión de dos semanas.
A lo largo de ayer, la borrasca dejó fuertes rachas de aire frío de fuerza 7, y grandes trombas de agua, con acumulaciones puntuales de unos 40 litros por metro cuadrado, declarando alerta naranja por viento y amarilla por precipitaciones. En cuanto a las temperaturas, se mantuvieron normales para esta época del año, con unos 15 grados de máxima y 12 de mínima, con una baja sensación térmica por las grandes rachas de viento.
La ciudad coruñesa siempre es un misterio en cuanto a lo que metereología respecta. Para el día de hoy no está previsto ningún aviso activo ni en la ciudad ni en la comunidad gallega, según apunta Francisco Infante, delegado de la Aemet en Galicia. No obstante, poco dura la ilusión. El sábado volverá el viento, y el domingo, la lluvia.
Las fuertes rachas de viento y las grandes trombas de agua que acumuló la ciudad causaron diferentes alteraciones en la rutina de los herculinos. Los parques de la ciudad, por ejemplo, fueron cerrados tras el aviso de alerta naranja por viento y amarillo por precipitaciones.
No obstante, la mala metereología también provocó la aparición del colapso en las vías. El tráfico, un clásico siempre que caen cuatro gotas en la urbe herculina. Los coruñeses aprovechan para realizar todo tipo de traslados en sus vehículos causando el colapso de las principales carreteras.
Para ello, tampoco ayudó la caída de una rama de un árbol en la rotonda de Casablanca, que requirió la intervención de los Bomberos de A Coruña.
Durante el día de ayer fue tan difícil acceder a la ciudad coruñesa que también hubo un cambio de destino en un avión de Air Europa, que debía aterrizar en Alvedro a las 15.10 horas y que acabó regresando a Madrid después de realizar dos intentos en el aeródromo coruñés.