Katy Silva fue exculpada este domingo de todos los cargos que se le imputaban en el juicio por el crimen de Samuel Luiz. La Fiscalía pedía para ella 25 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y una agravante de discriminación por condición sexual. Como alternativa, la fiscal, Olga Serrano, había planteado para esta joven de 22 años –y para Alejandro Míguez, otro de los cinco acusados– una calificación subsidiaria, la de cómplice, por “facilitar” la actuación de los demás. En este supuesto, catorce años y seis meses de cárcel.
El anuncio de su absolución no tardó en generar reacciones en la sociedad. Que este caso tenía una alta repercusión mediática era evidente, pero ayer las redes sociales se llenaron de mensajes rechazando el veredicto del jurado popular, un veredicto que tiene a sus espaldas una de las deliberaciones más largas de la historia de este país, lo que evidencia su complejidad. Los nueve miembros del jurado popular tuvieron que contestar a 115 preguntas. Cinco de ellas, de carácter general, y 110, dedicadas a los cinco procesados. La magistrada, Elena Fernanda Pastor, advirtió el pasado lunes, cuando entregó al jurado el objeto de veredicto: “Deberán despojarse de prejuicios, porque si no, estaremos obrando mal”. Y así fue: Katy Silva fue exculpada por unanimidad. Ningún integrante del jurado dudó sobre su papel el 3 de julio de 2021. Y si existieron dudas, tuvieron en cuenta uno de los principios del derecho penal, el in dubio pro reo (en caso de duda, a favor del acusado).
¿Por qué se libró Katy Silva de la cárcel? El objeto de veredicto es claro. El jurado tuvo que responder a 22 preguntas sobre la procesada. Esta siempre sostuvo que no participó en la agresión y que su único propósito era que su entonces pareja, Diego Montaña, dejase de agredir a Samuel. Ninguno de los testigos que pasaron por la Audiencia Provincial declaró que hubiese visto a Silva golpear a la víctima. Pero Lina, la amiga del fallecido, relató la única prueba que la acusada tenía en contra: que la empujó para evitar que auxiliase a Samuel diciendo “tú vete de aquí, que no pintas nada”. Silva reconoció que apartó a la joven, pero “para intentar sacar a Diego de ahí”. Las imágenes de la cámara de tráfico de la plaza de Portugal que captaron la agresión, además, muestran a la acusada tratando de frenar a Montaña antes de que este iniciase la agresión que desencadenó en el fallecimiento de Samuel.
Sin embargo, la fiscal, Olga Serrano, que apodó a Katy Silva como “la dulce niña Catherine”, considera que esta “contó una versión adaptada a sus intereses”. Aseguró, además, que “estuvo presente en el grupo aumentando el efecto intimidatorio y llevaba la cazadora de Diego mientras lo acompañaba”. El jurado, no obstante, no considera que esté probado que Silva tratase de evitar el auxilio a la víctima. Tampoco que impidiese su huida y dificultase cualquier tipo de ayuda o defensa que pudiesen prestar terceras personas. No está demostrado, a su vez, que la joven de 22 años rodease a Luiz ni que lo persiguiese cuando era auxiliado por Ibrahima y Magatte. Y el jurado no ha podido dar por probado que la acusada interviniese activamente en la persecución impidiendo la defensa o huida de Samuel.
Los hechos probados, según los nueve integrantes del jurado popular, son nueve. Silva sale de un pub con su entonces pareja sentimental y se dirige a una bancada próxima que da acceso al Paseo Marítimo. En el momento en el que Montaña sube la bancada creyendo que Samuel les estaba grabando, sube tras él y permanece en el lugar desde el principio, pero intenta contener a su exnovio. Empuja a Lina cuando la víctima está siendo agredida por Montaña y Alejandro Freire ‘Yumba’ y le dice: “Apártate que tú no pintas nada”. Esto es importante, porque demuestra que el jurado sí creyó la palabra de Lina, pese a lo que las redes sociales afirman. El matiz es que el veredicto recoge que lo que Silva pretendía era separar a su novio y conseguir que frenase la agresión.
En cuestión de segundos, se adhirieron de manera progresiva al ataque numerosas personas, amigos y conocidos de Silva y, a partir de ahí, no hay más implicación de la acusada en el ataque. Una vez Samuel se desploma en la avenida de Buenos Aires, Silva se marcha con Montaña al parque Europa, donde este se refiere a Samuel como “puto maricón”, mientras la acusada no dice nada. Por todo ello, Silva fue exculpada de todos los cargos que se le imputaban. Ella misma reconoció durante el juicio que lo que ocurrió hace tres años fue “una cacería” y una “animalada”. Hoy en día tiene 22 años, por aquel entonces 19, y ya no vive en A Coruña. Es la única procesada que no irá a la cárcel, por lo que el domingo, visiblemente nerviosa, no pudo contener las lágrimas.