Los bajos comerciales preocupa al Ayuntamiento, que ha tratado de fomentar algunas iniciativas para promover el alquiler. Pero es un problema que va por barrios, según señala la consultora Gesvalt: mientras los barrios más periféricos tienen las persianas echadas, el comercio florece en el centro, sobre todo en la plaza de Lugo, que cuenta con los locales comerciales más caros y el mayor índice de ocupación. Y la próxima puede ser San Andrés, una vez concluyan las obras de humanización, que dispararán el precio de los locales.
Roberto Castro, director territorial de Gesvalt en Galicia, señala que el mercado retail es un asunto complejo: “Hasta va por aceras, no es lo mismo una acera donde da el sol y otros no. En A Coruña hay zonas residenciales y luego el centro de A Coruña, que está plenamente al 100%”. Señala como ejemplo la calle Real, la más emblemática vía comercial de la ciudad: tras la crisis de 2008, solo el 30% de los locales estaban ocupados. Ahora lo están prácticamente todos.
Pero la zona más tensionada a nivel comercial es la plaza de Lugo, que ha sustituido a la calle Real como el principal centro comercial al aire libre. Castro señala la transformación que ha sufrido este punto de la ciudad tras las sucesivas peatonalizaciones, que han servido para disparar su precio. “Es la zona premium del grupo más importante de esta ciudad, Inditex: es un polo de personas y de atracción”, explica.
Para Castro, la reforma del mercado fue lo que cambió la plaza de LUgo y atrajo a Inditex. Antes, las tiendas del gigante textil se situaban más hacia el centro, como la calle Torreiro, pero ha abandonado esa zona en favor de l aplaza de Lugo, y su capacidad de arrastre para con otras grandes marcas se ha vuelto irresistible. “A medida que se ha ido peatonalizando, ha ido ganando en valor”, explicó. Actualmente sigue subiendo, pero ha crecido nu 30% desde la reforma. “Y cada vez está subiendo más”, explica.
De hecho, los únicos comercios que se sitúan alrededor del mercado son grandes marcas, que son las que pueden pagar ese precio. “El pequeño comercio se acaba desplazando”, señala. La plaza de Lugo no es tan ‘premium’ como la calle Príncipe de Vigo, la más cara de Galicia, pero hay que señalar que se trata de una ciudad con más población. “También tiene mucho paso de gente, pero es muy difícil comparar dos calles y dos ciudades. Vigo también sufre en otras calles, que están vacías”, añade.
El experto no alberga ninguna duda de que un fenómeno semejante se dará en San Andrés, que ahora mismo está vallada y cortada parcialmente al tráfico para convertirla en un bulevar. “Yo le dije a Javier Losada (alcalde socialista) que había que peatonalizarlo, y a todos los que han venido después, pero quién lo ha hecho ha sido Inés Rey”,
Es muy posible que los precios no se disparen tanto en el caso de San Andrés como en el de la plaza de Lugo porque las grandes marcas ya están asentadas en la ciudad. “Pero sí va a crecer un 20%, o similar. De hecho, hay muchos comercios locales que se han posicionado en San Andrés, han comprado locales y están comenzando a reformarlos”, indica el director territorial de Gesvalt.
Pero todo depende de si en San Andrés hay empresas muy bien posicionadas, sobre todo de reformas, aunque también existe alguna óptica y algún restaurante. Pero mientras el centro florece, los barrios periféricos languidecen. “Si pasamos del Paseo de los Puentes hacia arriba, hay problemas”, apunta Castro. En más allá de esa línea donde las persianas están echadas.
Y sin embargo, la peatonalización se ha ensayado en estos barrios, pero sin éxito: los ejemplos de la calle Barcelona y la de la plaza de As Conchiñas son los más evidentes. “Allí hay más problemas, porque no hay nada atractivo, y porque son más residenciales que propiamente comerciales”, opina Castro. La capacidad económica y el nivel de renta de Agra do Orzán con una gran densidad de población pero bastante humilde, contribuyen a explicar este fenómeno.
Pero como matiza Castro, es muy difícil hacer un juicio. A Coruña está distorsionada por la presencia de Inditex en Arteixo. El gigante textil ha atraído a numerosos profesionales bien pagados que residen en A Coruña, y su alto nivel de vida se ha dejado sentir. Es el llamado ‘efecto Inditex’, que se ha acentuado con la llegada de Marta Ortega a la presidencia. Gallegos que estaban muy dispersos, que ahora residen en A Coruña, de una media de 40 años, que se ve no solo en los pisos, sino en los comercios.