La plaza de María Pita, en A Coruña, ya luce sus farolas de hierro fundido, que habían desaparecido de los pedestales frente al palacio municipal. Las luminarias han sufrido un importante proceso de restauración, después de que una de ellas fuera arrancada de cuajo por el golpe de un camión que maniobraba para instalar un escenario para las fiestas.
Estas farolas, que se instalaron durante la última reforma de la plaza, han sido limpiadas de óxido y pintadas de negro y oro, y ahora vuelven a convertirse en uno de los adornos más importantes de la plaza mayor de A Coruña.