La crisis de suministro, particularmente algunos, como los chips, que proceden de China, lleva desde el año pasado causando problemas a la industria automovilística, que tiene que retrasar sus pedidos a los clientes, y el Ayuntamiento no es una excepción. Ayer, después de cuatro meses de retraso y casi 125.000 euros de inversión, la Policía Local cuenta ya con cinco nuevos vehículos para patrullas, cinco furgonetas que se dedicarán a hacer las rondas por los barrios. “Fue necesario prorrogar el contrato tres veces”, señaló el concejal de Seguridad Ciudadana, Juan Ignacio Borrego.
Los nuevos vehículos con los que patrulla el 092 son furgonetas más cómodas que rápidas, de gran capacidad, donde pueden viajar varios agentes para luego distribuirse por un barrio, y en cuyo maletero llevan una pequeña oficina donde redactar los atestados. El inspector principal Ángel Merelas, explicó que, al levantarse la puerta del maletero, forma un tejado que permite estar al abrigo de los elementos mientras rellena un formulario o escribe en el ordenador, algo que destacó también Borrego.
En los cajones se guardan etilómetros, secuenciales, o cualquier cosa útil. “Está muy bien anclado y aquí no se cae nada”, aclara Merelas. Al lado, una pata de cabra y unas cizallas en caso de accidente o que tengan que cortar bicicletas amarradas en mobiliario urbano o una puerta. “Un coche patrulla es más manejable si tienes que acudir rápido –admite el inspector principal–pero la furgoneta está muy bien si pasas muchas horas. Tiene mucho más espacio y es mucho más versátil. Es un vehículo de barrio, de estar con los vecinos”.