El pleno celebrado el jueves aprobó una moción del BNG para la modificación puntual del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) del PE M-18 de Labañou, conocido como As Percebeiras. Los nacionalistas pretenden que el proyecto de construcción allí sea más “respetuoso con el borde litoral”, lo que significa paralizar durante un año la licencia. Sin embargo, Inés Rey señaló ayer que el terreno, situado junto al Grupo de Viviendas de María Pita, es urbanizable y recuerda que ese terreno es “un solar vacío y lleno de ratas”.
En el encabezado de su moción, el BNG recordaba al Gobierno local que habían firmado un acuerdo de investidura para impulsar una serie de medidas en “distintos ámbitos”, incluida As Percebeiras, porque los nacionalistas están en contra de lo que consideran un desarrollo urbanístico exagerado. “Lo que nosotros hemos planteado es suspender durante un año para poder adaptar el proyecto de construcción allí a los requisitos de planteamiento con una edificabilidad y un volumen aceptables”, explicó ayer Rey.
Para paralizar la licencia, el Ayuntamiento se escuda en que el proyecto ha recibido un informe negativo de Demarcación de Costas. “Aunque pidiera la licencia, no se la podríamos dar, porque hay informes negativos”, asegura la regidora. Pero, al revés que el BNG, el PSOE se muestra a favor de construir en ese polígono, que hoy en día no es más que un terreno lleno de maleza: “No es un parque, no van las familias a merendar. Es un solar, y hay una empresa que tiene derechos urbanísticos. Tenemos que compaginar todo eso para que sean construcciones acordes al entorno”.
En su intervención en un programa de Radiovoz, la regidora puso en valor los esfuerzos de la promotora Metrovacesa, que lleva veinte años intentando construir el polígono, y que ha desarrollado un proceso participativo para convencer a los vecinos de sus bondades: “La mayoría quieren que se urbanice, porque supondrá tener un supermercado y un aparcamiento. No son los que salen a manifestarse”.
A lo largo de los años, el proyecto ha ido modificándose. Desde torres de 23 pisos hasta bloques de solo ocho, con abundante espacio entre ellos para permitir ver el océano. Incluso se ha destinado el 40% de las viviendas a protección oficial, pero esto no ha impedido este nuevo revés. Estos días se expone en la Normal, en Labañou, la muestra ‘Novo sendeiro: hacia la construcción colectiva’, donde se trata de poner de relieve este trabajo de participación ciudadana.