La polémica sobre el aparcamiento está llamada a ser uno de los caballos de batalla de este final de mandato, tan agitado. A medida que avanzan las peatonalizaciones, el objetivo declarado del Ayuntamiento de reducir espacios de aparcamiento para desincentivar el uso del vehículo privado se hace más palpable. Un ejemplo de ellos es la plaza de Lugo, donde ya es posible comprobar cuál será el aspecto final de esta obra de peatonalización, que se ha demorado semanas por culpa de la crisis de suministros. El PP acusa al Gobierno local de suprimir un carril y plazas de aparcamiento en la plaza de Lugo y este tacha la acusación de mentira.
El concejal del PP Antonio Deus señaló: “Los ciudadanos no se pueden encontrar de repente con las calles cortadas como ocurrió la semana pasada en la plaza de Lugo. A día de hoy, sigue cortada y eso produce molestias. La alcaldesa falta a la verdad: se va a suprimir un carril de circulación y se van a eliminar las plazas de aparcamiento. ¿Por qué oculta la realidad a los vecinos?”. Fuentes municipales consultadas aseguran que esa información (la de que van a imprimir un carril de circulación y eliminar plazas de aparcamiento) es falsa.
La realidad es que el estrechamiento frente al semáforo de Santa Lucía, lo que se conoce como “orejas”, invita a pensar en la eliminación del carril de ese tramo de la plaza, justo a la plaza de la Iglesia. Por lo menos en ese tramo, no caben dos carriles de circulación, lo que indicaría la eliminación del carril que apuntaba el PP. En cuanto a las plazas de aparcamiento, el Gobierno local no ha explicado cómo las reordenará. Es muy posible que disponga las plazas en batería, como suele hacer cuando acomete obras de peatonalización.
Disponer plazas en batería permite aumentar su número, pero también obliga a eliminar un carril. El Gobierno local suele considerarlo una ventaja, porque impide aparcar en doble fila algo, por otro lado, muy común en la plaza de Lugo, donde el público se detiene a hacer una compra rápida en las tiendas de la zona. En todo caso, las obras están en su fase final, y los coruñeses podrán juzgar por sí mismos.
Ambas partes (PP y Gobierno local) saben que el espacio para aparcar se está convirtiendo en un tema muy delicado para los conductores coruñeses, que se sienten cada vez más arrinconados. Por eso ayer, Deus recordó todas las obras que han suscitado quejas entre los vecinos.. Por ejemplo, la de la Palloza, “una actuación que causó sorpresa para acabar causando estupor, como también las de la calle Rey Abdullah.”
Otra reordenación que ha suscitado muchas críticas es la de la avenida de Os Mallos donde el aparcamiento pasó de ser de en línea a en batería lo que, según Deus, dificulta la circulación del bus urbano: “Por supuesto con esta solución ni por asomo es una alternativa a la pérdida de plazas de aparcamiento en la calle de Ramón Cabanillas”.
La lista de Deus es larga, e incluye Cuatro Caminos, donde hay actuaciones en Alcalde Marchesi, Primavera, Río Monelos, Fernández Latorre o plaza de José Toubes. No muy lejos, en la calle de Emilia Pardo Bazán, el edil denunció que también se están adoptando decisiones sin tener en consideración las opiniones de los vecinos, a los que convocaron por whatsapp.