El primer pleno del curso político comienza con cambios en los grupos municipales

El primer pleno del curso político comienza con cambios en los grupos municipales
Miguel Lorenzo, en su regreso a la política local | PATRICIA G. FRAGA

El Ayuntamiento de A Coruña celebró hoy el primer pleno del nuevo curso político, marcado por el regreso de Miguel Lorenzo a la bancada del Partido Popular, que recibió la bienvenida por parte de todos los grupos parlamentarios. Lorenzo, que juró su cargo en presencia de la alcaldesa Inés Rey, agradeció en su primera intervención las palabras de sus compañeros de hemiciclo. En ese sentido, los concejales del PP que iban interviniendo en diferentes fases de la sesión, no solo le recibían con los brazos abiertos, sino que daban por hecho que será el próximo alcalde de la ciudad herculina, una vez se celebren las elecciones del año que viene. Fue el caso de Esperanza Peñalosa, que deseó que fuese pronto “un buen alcalde”.
 

Por su parte, Roberto García fue más allá, y se dirigió a él en los siguientes términos: “Miguel, pronto estarás sentado como alcalde”. Por el momento, Lorenzo asume la portavocía del grupo municipal del PP, en detrimento de Rosa Gallega, algo que asume “con energía y renovado entusiasmo”.
 

Si Lorenzo era la cara nueva, también hubo lugar para una despedida. En este caso, la concejal de la Marea Atlántica, Claudia Delso, puso punto y final a su trayectoria “sete anos e catro meses despois”, como recordó en un emocionante discurso que pronunció al borde de las lágrimas. “Estou nerviosísima”, reconoció, y en su balance, se mostró orgullosa de que en su día consiguieron ganar unas elecciones “inesperadamente”. Entre las despedidas, fue curiosa la  que le dedicó Miguel Lorenzo, que le dijo que, como era siete de septiembre, y en referencia a la canción de Mecano, esperaba disfrutar de futuros “reencuentros” con ella. El matiz lo puso Inés Rey. “Sinto romper a maxia, pero hoxe é dia oito”, dijo en tono amable.
 

Con Lorenzo ya integrado de nuevo como uno más, el pleno se desarrolló siguiendo el protocolo habitual, con la aprobación en la sesión matinal de dos resoluciones. Por una parte, se aprobó un cambio urbanístico relativo al hotel de pacientes del nuevo Chuac, aunque el PSOE necesitó para ello los votos a favor del PP, ante la abstención de la Marea y el BNG y el voto negativo de la concejal no adscrita, Isabel Faraldo. Así, el popular Antonio Deus espetó a la alcaldesa que “cada vez que la Marea aprieta, usted pide papas”, y presumió de que su partido tuvo que “salvar los muebles” al Gobierno local ante la posición de sus socios habituales, que fueron críticos con la ubicación del centro y con el hecho de que la ampliación lleva aparejada de la expropiación de más de una veintena de familias. 
 

Además, los partidos que no votaron a favor también resaltaron que la prioridad debe ser dotar a la sanidad de personal estable y con sueldos dignos. En este caso, el concejal Dinis Gallego concordó con la nacionalista Avia Veira en que un hospital “non é solo cemento”, y añadió que en su grupo están “preocupados” con la falta de personal, pero aseveró de forma contundente que “unha cousa non quita a outra”.

 

Rehabilitación de viviendas

También por la mañana, quedó aprobada una modificación de reguladora que atañe a las ayudas para conservación y rehabilitación de edificios de viviendas. En este caso, el Ejecutivo local sí contó con el apoyo tanto de la Marea Atlántica como del BNG, con el PP ya en contra. Destaca el incremento de las cuantías para lograr una mayor eficiencia energética, algo que el popular Antonio Deus criticó porque se “prioriza” ese aspecto por encima de otras necesidades.

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