La puerta del Ministerio del Tiempo que lleva a la judería coruñesa

“Es como un útero materno”, dice la arquitecta Ana Debén mientras ilumina con una gran linterna el fondo y las paredes de la mikvé de la Ciudad Vieja
La puerta del Ministerio del Tiempo que lleva a la judería coruñesa
Ana Debén ilumina la mikvé | Patricia G. Fraga

Es como una de las puertas del Ministerio del Tiempo. Conduce al pasado, como las de la popular serie televisiva. Está justo enfrente del sauce de la calle Sinagoga. Si la traspasas, te sumerges directamente en la judería coruñesa. Eso al menos piensan los técnicos del Ayuntamiento que en la mañana de ayer quisieron mostrar a Xosé Crisanto Gándara Eiroa el interior del número 4 de la calle Sinagoga. Este investigador ha desvelado en El Ideal Gallego, en una serie de reportajes publicados entre el pasado domingo y ayer, varios hallazgos sobre la judería local. Como las conexiones entre la Biblia Kennicott y A Coruña de la época. O el hallazgo del primer documento que sitúa la sinagoga herculina en la calle de ese nombre.


Hay diferentes niveles de excavación. A metro y pico del suelo apareció una espina de bacalao. “Fue ahí”, indica Marco Antonio Rivas, arqueólogo municipal, quien recuerda que esa muestra fue sometida a un análisis de carbono 14 que determinó, con una probabilidad del 68,2%. que data entre 1442 y 1490, o sea, antes de la expulsión de España de los judíos. La hipótesis de este especialista es que la zona donde apareció la espina era antaño un patio que se encontraba entre la mikvé (espacio usado por los judíos para baños de purificación) y la sinagoga de la Ciudad Vieja coruñesa, esa cuya existencia esperan confirmar durante la excavación.

 

La “casa encantada”

Asiente la arquitecta Ana Debén, jefa de la Oficina Técnica del Ayuntamiento de A Coruña. A un pálpito que tuvo hemos de agradecer los herculinos que este inmueble sea patrimonio municipal. Años atrás, un amigo le habló de ella como “una casa encantada”. Cuando empezó a trabajar en el servicio de Licencias de la concejalía de Urbanismo el primer expediente que se encontró fue justo el de esta casa. Iba a ser derribada para construir un edificio de apartamentos. Pero Ana recordó aquella conversación, en la que le había hablado de una construcción tipo pozo, de una cisterna, de algo que sonaba a agua bendita a sus oídos. Entraron en la casa y ¡bingo! 

 

El arqueólogo municipal Marco Antonio Rivas y el investigador Xosé Crisanto Gándara señalan, frente a la puerta de entrada al baño judío, el punto en el que fue encontrada una espina de bacalao
El arqueólogo municipal Marco Antonio Rivas y el investigador Xosé Crisanto Gándara señalan, frente a la puerta de entrada al baño judío, el punto en el que fue encontrada una espina de bacalao | Patricia G. Fraga


En una pared se veía “la parte superior de una bóveda de cañón”. Bajo ella, “una puerta  que estaba tapada y no se veía nada”, recuerda Marco Antonio. Abrieron esa puerta (otra puerta del Ministerio del Tiempo). Y bajo metros de escombros modernos (la última capa era uralita) hallaron lo que creen es una mikvé. “El agua emana directamente de la roca”, apunta Ana Debén mientras señala el fondo. Para llegar a él, siete escaleras, como manda la tradición hebrea.


Lo usaban hombres, pero también mujeres, “para purificarse siete días después de que acabase el ciclo menstrual”, y también antes y después de casarse, explica Ana. “Entrabas sucia e impura, y salías pura y limpia”, se extiende la arquitecta. Acaba con una frase que describe la emoción con la que vive la investigación: “Es como un útero materno”.


La excavación continuará. Y también los estudios. “Hay que hacer una lectura desde el subsuelo hasta el alzado e ir viendo las relaciones entre los muros”, detalla Marco Antonio. Para ello se empleará la datación por termoluminiscencia de los morteros. Pero esta técnica no es tan rápida como la del carbono 14 que se aplicó a la espina: habrá que esperar en torno a un año.


Mientras, el agua de manantial seguirá llenando el presunto baño judío. Xosé Crisanto sale impresionado tras contemplarlo. “¿Qué otra cosa podría ser más que una mikvé?”, pregunta. “Por descarte no hay ninguna otra explicación”, se responde. Pero será la ciencia la que tenga la respuesta final. 

La puerta del Ministerio del Tiempo que lleva a la judería coruñesa

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