La noche coruñesa se reinventa sin olvidar sus raíces. Y es que los nombres de la noche y sus historias pesan demasiado. Por eso, cualquier movimiento alrededor del Playa Club, por ejemplo, genera un revuelo que interesa desde los potenciales neófitos en la discoteca a pie de arenal hasta quienes vieron a Los Planetas hace 30 años en petit comité. La noticia del relanzamiento del espacio y el matrimonio con la sala viguesa Mondo Club provocó especulaciones de todo tipo, ya que el propio anuncio del acuerdo pretendidamente contaba lo justo. 

Mondo Club, el nuevo compañero de viaje del Playa, suena muy familiar para los fans de la música electrónica, pero algo distante para quienes no estén acostumbrados a regentar la noche viguesa. Allí, en la calle Joaquín Loriga, se ubica desde hace casi 18 años un espacio referencial y en el que cada semana unas 600 personas disfrutan de diferentes propuestas de música contemporánea. Víctor Flores, DJ residente y programador cultural dibuja algunas líneas maestras de lo que representa la sala: “Estamos intentando hacer una programación variada alrededor de la música electrónica y los sonidos urbanos”, indica. “Lo podemos enmarcar dentro del clubbing, con una programación continuada y tanto DJ residentes como aristas invitados”, añade. 

Espacio 

Según fuentes de la gerencia, Mondo Club no estará presente en una nueva denominación, debido en gran medida al poderío que la marca Playa Club tiene en A Coruña. Sin embargo, ambas partes se encuentran perfilando aspectos como la iluminación o detalles que optimicen una experiencia que promete ser revolucionaria. “Una de las pocas cosas buenas que trajo la pandemia fue la renovación de públicos: hay un cliente nuevo, mucho más abierto y con menos prejuicios hacia las etiquetas. Además, la gente se habituó a bajar un poco más temprano y a adaptarse a otro tipo de horarios”, explica Flores, en lo que se pueden intuir algunas de las líneas maestras para el nuevo proyecto. 

La diversidad por la que apuesta Mondo Club en Vigo es posible gracias a la división del espacio: unas 400 personas en la sala principal y otras 150 en el piso inferior, más enfocado a los sonidos más de vanguardia y ‘radicales’. “En nuestra sala te puedes encontrar desde jóvenes de 20 años a gente por encima de los 40”, matiza. 

Al frente de la marca Mondo Club está Pablo Iglesias, ingeniero de sonido y productor musical que es descendiente de empresarios de la noche. Toda esa experiencia le ha llevado a elevar el espacio donde ahora se sitúa Mondo Club de una zona incluso conflictiva a una referencia de la noche que se llena a primera hora. Con ese currículum se presente en A Coruña, un mercado nuevo donde completar la mayoría de edad de su creación.