Mañana por la tarde se abrirá al tráfico rodado la calle San Andrés. Desde diciembre se había reabierto la circulación peatonal, pero ha habido que esperar para que los vehículos puedan volver a circular por esta importante arteria, una de las que soportan más tráfico de la ciudad. A diferencia de lo que ha pasado en otras humanizaciones como las de La Marina, no estará limitada y se mantiene la circulación en ambos sentidos. Los primeros en notarlo serán los usuarios de las ocho líneas de autobús que se han visto afectadas por las obras, y que a partir de mañana retomarán su recorrido habitual.
Pero no se trata solo de volver a la normalidad: las próximas obras serán las de los Cantones y son muchos los autobuses que circulan por allí. A partir de ahora tendrán que hacerlo por San Andrés. Las líneas 3 y 7, en el sentido de entrada a la ciudad, mantendrán su recorrido actual por Juan Flórez, Fernando González, Notariado, Fontán, plaza de Ourense y giro hacia plaza de Mina y Cantones. Esto se debe la que ya no se podrá acceder a Cantones desde Santa Catalina. Por lo tanto, se mantendrá también la parada provisional frente al Hotel Hesperia.
Por otra parte, las líneas 4, 6, 6A y 11, en sentido entrada a la ciudad, recuperarán su recorrido anterior a las obras de San Andrés, con su parada original en la plaza de Pontevedra. En cuanto a las líneas 4, 5, 6, 6A 7 y 11 en sentido salida de la ciudad, se recuperará su recorrido anterior a las obras accediendo a San Andrés desde la calle Pórtico de San Andrés. Las líneas 24 y UDC recuperarán la parada en plaza de Pontevedra, 18.
El acto de apertura tendrá lugar mañana a la una de la tarde en la plaza, unos días antes de lo previsto inicialmente
Los que se desplazan en vehículo privado notarán la desaparición de las cerca de cuarenta plazas de zona azul que antes permitían aparcar en la calle. Este espacio se ha sacrificado para ampliar las aceras, aunque en realidad estará a la misma altura que la calzada. En cuanto al taxi, se ha cambiado la parada a una más cercana a Pórtico de San Andrés con espacio para cuatro o cinco vehículos.
Por otra parte, desde este jueves ya se podrán usar los nuevos espacios de carga y descarga de la calle y la zona provisional creada durante las obras en la calle Santa Catalina también se mantendrá en servicio. En todo caso, el Ayuntamiento tiene la intención de informar a los usuarios de todas las novedades que trae consigo la apertura.
Este jueves también quedarán habilitados los nuevos contenedores para su uso por los vecinos, así como por los comerciantes de la calle. En cuanto a la calle de Santa Catalina será de sentido único de circulación hacia San Andrés desde Durán Loriga, mientras que la calle Huertas pasará a ser de sentido hacia San Andrés y Durán Loriga. Por otra parte, no se podrá circular por la calle Alta entre San Andrés y Cordelería, quedando establecida como calle peatonal con carril bici.
CIFRAS |
3,2 millones |
80 moreras |
27 inmuebles |
Así termina una actuación de un año que contó una inversión de 3,2 millones de euros. A diferencia de otras muchas obras públicas, esta ha marchado sin contratiempos, e incluso se ha adelantado unos días a la fecha final prevista, que era el siete de marzo. La alcaldesa, Inés Rey, comunicó ayer al tejido comercial de la calle el cese de las obras, invitándolos al acto oficial de apertura, que tendrá lugar el jueves a las 13.00 horas en la plaza de San Andrés.
“Gracias a esta intervención, San Andrés recuperará su esencia como bulevar, con una calle más amable, transitable y pensada para las personas incorporando nuevos árboles y aceras más amplias”, señala la alcaldesa, que también apunta la mejora de las zonas de carga y descarga y la renovación de las infraestructuras de saneamiento, iluminación y transporte público con el objetivo de “favorecer el incremento en el flujo de visitantes, reforzando el carácter comercial de San Andrés y revitalizando e impulsando la actividad económica de la zona”.
Eso es lo que todos esperan: que la humanización sea un revulsivo para una via que a lo largo de los años ha perdido gran parte de su vida, con numerosos bajos en estado de abandono, y que ahora aspira a competir con otros enclaves comerciales.