María Pita, la mujer del beso en Times Square tras la Segunda Guerra Mundial, una romana o una mujer de 1809. Elena Galván se ha puesto en la piel de multitud de personalidades, tanto como recreadora, como en su faceta de escritora. Ayer fue reconocida por ambas por parte de la asociación histórico cultural The Royal Green Jackets, que le hizo entrega de la medalla de oro General Sir John Moore.
Fue en el transcurso de una cena homenaje cuando la entidad le hizo entrega a Galván de este reconocimiento. Se trata de una medalla que ya han recibido en el pasado diversas entidades y personalidades ligadas a la ciudad, como el doctor Diego González Rivas, la Asociación de la Prensa de A Coruña, el escritor Juan Antonio Granados o el coronel Francisco Manuel Gómez Cobas, entre muchos otros.
“Es algo maravilloso”, apuntaba Galván horas antes de la entrega de la medalla. Pero añadía que “los que son también maravillosos son la asociación The Royal Green Jackets, que lo hacen fenomenal”. “Es un gran honor conseguir la medalla de oro General Sir John Moore”, aseguraba.
Precisamente, Galván ha participado junto a la asociación en multitud de sus recreaciones. Tanto es así que cuando se le pregunta por las últimas, toma aire y recita de carrerilla: “me he convertido en romana, en mujer del 1809 en la victoria de Santiago, en actriz de cine de ‘Indiana Jones’, ‘El Padrino’, ‘Casablanca’... en enfermera inglesa de la Segunda Guerra Mundial, en mujer alemana, en la enfermera estadounidense que recibió en Times Square de un marino un beso celebrando el fin de la guerra, también fui una mujer en el asalto al tren blindado y, después, me convertí en María Pita, nuestra heroína”. “Seguramente en alguna más, que ahora mismo ya ni recuerdo”, comenta entre risas, porque no ha participado en pocas, “en algunas no, en muchísimas”, dice sin contener una carcajada.
La razón de su participación es su pasión por la historia: “Toda mi vida, la historia, la literatura y la filosofía formaron parte de ella, siempre me sentí atraída”. Entre otros motivos, porque “desde jovencita, pensaba que estudiar lo acontecido podía mejorar nuestras vidas, librarnos de malas historias, luchas, guerras... pero después ves que los humanos repetimos la historia”. “Las recreaciones están muy bien porque animan a muchas personas a leer novelas, libros, ensayos e incluso a visitar museos”, concluye.