El edificio de la Fundación Caixa Galicia, que hoy alberga la sede de Afundación, supone una transformación de la galería coruñesa ya entrados los 2000, tal y como cuenta el panel número 19 de la exposición ‘Las edades de los Cantones’. 

Esta construcción diseñada por el arquitecto británico Nicholas Grimshaw se inauguró oficialmente el 23 de marzo de 2006, nueve años después de la presentación del proyecto y seis tras los inicios de las obras en el 2000. Para levantarlo, se excavó el agujero más profundo en la ciudad –28 metros– tras el parking del Papagayo y por el camino se halló una villa romana. El edificio pretende emular a “una ola que viene del Orzán”, tal y como se presentó hace 18 años, y supuso el fin de las últimas casas de galerías tradicionales que caracterizaban el Cantón Grande. Dio paso así a una construcción de diez plantas –cuatro bajo rasante– y 34 metros de altura, que rivalizaban con los 38 de su vecino, el Banco Pastor. 

El año 2006 supone así la armonización en altura de todos los edificios del Cantón Grande, acercándose al gigante del Banco Pastor, que reinaba en las alturas desde 1925.

El Cantón Grande no es el único que sufre una transformación con el cambio de siglo. El pequeño también crece con el edificio de Ocaso Seguros, diseñado por José Antonio Franco Taboada. Las obras terminan en 2001 y suponen la desaparición de las casas que dieron cobijo en sus bajos a dos locales tradicionales de la ciudad: la Confitería Los Cantones y Helados La Ibense, ambos cerrados en 1992. 

En la misma calle, pero en  2009 la joyería La Suiza (número 27) puso fin a 71 años de actividad y tres años más tarde cerró el ultramarinos Aniceto Rodríguez (número 23), 82 años después de su apertura.