Leer es un placer que deberíamos descubrir cuanto antes. Los clubs de lectura ofrecen una oportunidad ideal para que lectores habituales, o aquellos que no lo son tanto, encuentren nuevas obras y un espacio de diálogo. Las bibliotecas municipales refugian a estos grupos para atraer el interés entre múltiples edades, incluyendo a los adolescentes. En los centros de Durán Loriga y el Ágora, existen dos que acumulan los elogios de todos sus miembros: el Clú y La Tribu.
“Leemos un poco de todo, preferentemente novela. Hace poco tuvimos un manga, ‘El undécimo pasajero’. Ahora vamos a hablar de ‘Hyde’, un thriller juvenil de David Lozano”, cuenta Alma Fernández, organizadora de los encuentros en el Ágora de La Tribu, club de lectura que empezó su andadura en 2020: “Nuestra idea era que fueran chicos entre 14 y 16 años porque es el momento en el que son considerados como adultos para las lecturas de la biblioteca”.
La Tribu define sus reuniones como algo muy informal. Sus análisis empiezan con un simple “¿Gustó o no gustó?”, y, a partir de ahí, se genera una tormenta de ideas que propulsa la dinámica. La amistad entre sus miembros y una larga y completa lista de espera evidencian el éxito de esta metodología.
Su ambiente de familiaridad resultó tan acogedor que algunos de estos jóvenes solicitaron continuar a pesar de haber superado la edad reglamentaria. “Este año, por primera vez, ampliamos el límite a 18 años porque tenemos un par de integrantes que llevan desde el principio que querían seguir y ya cumplen los 17. Como nos daba mucha pena, lo ampliamos hasta los 18”, explica Fernández: “Es un grupo muy maduro y del que sacamos opiniones muy interesantes”
El Clú brinda otra opción para los interesados en la lectura. Una oferta muy variada entre las sugerencias de los participantes y las técnicas de bibliotecas que lo promueven caracterizan el muy variado catálogo de libros propuestos. Como es habitual, el debate forma parte de sus actividades, aunque las organizadoras también idean actividades adicionales para estos jóvenes entre los 13 y 16 años.
“Ás veces pedimos a autores de libros que veñan a falar das súas obras e de cómo se inspiraron para escribilas”, asegura Lorena Maceiras, una de las encargadas de este grupo de Durán Loriga. Los talleres con diferentes temas, como el sexo afectivo, completan estos añadidos. En ocasiones, el Clú comparte estas actividades con el club de lectura del instituto Eusebio da Guarda.
Mazeiras también destaca las salidas para conocer lugares retratados entre las páginas, un curioso ejercicio con el que se contrasta la imaginación con la realidad. Estas son algunas de las posibilidades de estas asociaciones lectoras.