Después de la primera entrega sobre los acontecimientos habidos en nuestra ciudad (en el anterior) hoy seguimos descubriendo, temas poco conocidos de nuestra particular historia local, que son, todo un tesoro para nuestra curiosidad intelectual. Así tenemos en este que:
1 Se cae parte del tejado del Ayuntamiento
El 24 de febrero de 1835 sé informa del parte dado por el contador titular, manifestando se había abatido parte del tejado de estas Reales Casas Consistoriales, y que era indispensable su composición, para evitar cualquier desgracia, acordó la Ciudad, dar comisión al Presidente interino (Alcalde) para que, con el Secretario más antiguo del Ayuntamiento, formalicen un expediente, oyendo al Arquitecto titular, quién reconocerá dicho edificio e informará lo conveniente, sobre el estado actual del mismo. Siendo el 3 de mayo de dicho año, cuando se dan por ruina las Casas Consistoriales. Unos días antes, el 30 de abril mediante un oficio del gobernador civil, autoriza al Ayuntamiento, para que por cuenta de sus fondos, tome en arrendamiento, una casa proporcionada. Dado el estado de ruina en que se hallan las actuales Consistoriales. Comisionando al efecto a los señores, Salazar y Zalvidea
En sesión del día 12 de mayo. Salazar, pasó informe del precio que se pide por la casa Cornide, para albergar en ella, tanto al Ayuntamiento, como a sus oficinas, y dada su excelente ubicación, ya que la misma se halla frente a la Colegiata de Santa María. Pero el precio de los 30 reales diarios de renta, era demasiado para las paupérrimas arcas municipales. Acordando que el mismo señor continuase en su búsqueda.
En esa misma sesión, se da lectura a una instancia de Nicolás Ponte, contador titular, en la que da gracias al Ilustre Ayuntamiento, por haberle permitido ocupar un piso de las Reales Casas Consistoriales con su esposa, trataba de mudarse para otro, mediante no le probaba vivir en la Ciudad alta, que por separado tenía entendido, se trasladaban las oficinas del Ilustre Ayuntamiento, por el estado ruinoso de este edificio. Lo notificaba a la Ciudad, y ésta acordó, puede retirarse de la habitación de las Reales Casas Consistoriales, que voluntariamente ocupó, con tal de que conserven en ellas la Contaduría de su cargo, que es lo que le está prevenido.
El 30 de octubre, de dicho año, se trata de nuevo con el gobernador civil, la traslación de las Casas de Ayuntamiento, teniendo presente su estado de ruina, mediando en ello, Luis Boado y Gonzalo de Garaboa.
En la sesión del 30 de diciembre de 1836. El Ayuntamiento, oficia a la Diputación Provincial y pone en su conocimiento, el estado ruinoso, en que se encontraba esta Casa Consistorial, ser de toda necesidad, la de mudarse a otra, y que espera únicamente para verificarlo, la autorización.
2 El Ayuntamiento pasa al Colegio Agustino
El 31 de diciembre de 1835 Visto lo manifestado por el Arquitecto titular, en razón de que, el colegio que ocupaban los Agustinos, no se haya en estado de servir para Casa de Ayuntamiento, por las razones que expone, se acuerda que proceda inmediatamente a reconocer estas casas consistoriales y de verificarlo, manifieste detalladamente los reparos de absoluta necesidad que exija el asegurarlas, a fin de evitar cualquier desgracia, calculando el costo de esta reparación, con la mayor economía. A donde se traslada en 1837.
3 Cuerpo de Bomberos. El 11 de marzo de 1836
Es en esta fecha cuando se da cuenta de un oficio del gobernador civil, con fecha del 7, en que, traslada una Real orden, de 23 de febrero, por la cual SM. La Reina Gobernadora. Aprueba las disposiciones tomadas con motivo del incendio ocurrido en esta Capital, en 6 del mismo mes, se sirve prever que sus señorías, promuevan el establecimiento de una sociedad de seguros contra incendios y la formación de alguna fuerza de bomberos de la Guardia Nacional en esta Ciudad, y en las principales poblaciones de la Provincia, lo que traslado, para que el Ayuntamiento por su parte, promueva lo que el Gobierno advierte y se sirva proponerle lo conveniente.
En sesión del 29 de julio, se da cuenta de un oficio de la Dirección de Seguros Mutuos, de la misma fecha, en el que incluye el Reglamento de la Compañía de Zapadores-Bomberos, destinada a apagar incendios, pasando a la comisión de la Guardia Nacional, para que lo tenga presente en las operaciones que debe practicar con los últimamente alistados, y a la misma, se le autoriza, para reconocer e informar cuanto se les ofrezca, acerca del propio Reglamento.
Por otra parte, la sesión del 15 de febrero de 1837. Se dio cuenta en ese momento, por la comisión de Milicia Nacional, la lista de los individuos que debían formar la compañía de Zapadores-Bomberos. Estaría compuesta de 67 personas. l