Los servicios de emergencia se activaron a la dos de la madrugada en respuesta a una llamada en Riazor, que alertaba de que una joven se había arrojado al agua. Resultó que la joven, de unos veinte años de edad, había bebido, y acababa de salir de un local de la zona en un estado de gran agitación, y decidió meterse en el océano. Afortunadamente, estaba acompañada por una pareja, y el varón se metió en el agua para rescatarla. Las condiciones del mar, muy calmado, contribuyeron a reducir el peligro de la situación.
En cuanto a la segunda joven, alertó a Salvamento Marítimo, lo que activó varios recursos de emergencia. El Grupo de Rescate Acuático (GRA) de Bomberos, la Policía, Protección e incluso el helicóptero con base en Alvedro. Sin embargo, se desactivó rápidamente la emergencia. En cuanto a la víctima, fue trasladada al Hospital por hipotermia, pero se encuentra fuera de peligro.