Les Luthiers llevan medio siglo repartiendo risas a ambos lados del Atlántico y eso pretenden seguir haciendo este próximo fin de semana (14, 15 y 16) en el Palacio de la Ópera con su show ‘Gran Reserva’, “una selección de obras que producirán risas, sonrisas y muchas otras veces carcajadas”, explica uno de sus integrantes, Robert Antier.
‘Gran Reserva’ repasa algunos de sus mejores gags, pero el trabajo de selección fue arduo, “hubo que aguzar el lápiz y la imaginación”, señala Antier, que indica, además, que se llegó a una fórmula que parece funcionar, “representar obras muy esperadas y muy festejadas, en su mayoría de los años 80”.
El humor de Les Luthiers siempre buscó “producir placer, risas, regocijo intelectual y auditivo”, por lo que nunca se han excedido, “el límite es no llegar a molestar o hacer algo que duela u ofenda”, explica un Antier que ahonda en la revisión de gags durante la selección: “siempre hacemos sutiles ajustes para adecuar el material al tiempo que vivimos y al humor actual, estamos muy atentos a eso”.
En el plano histórico, destaca que el “humor va de la mano de los cambios sociales”, “ahora puede haber gente que se ofenda por un chiste, pero venimos de un país en el que hubo gobierno dictatoriales de los que había que cuidarse, incluso haciendo humor” explica Antier, que subraya que “cuidados” los ha habido siempre, aunque hoy en día son, quizá, muy diferentes, “hoy con menos peligro, en todo caso”, apunta el músico y actor.
Antier se incorporó a Les Luthiers hace tres años, cuando un tratamiento médico impedía actuar “al inmenso e inolvidable Marcos Mundstock”.
La noticia de su incorporación, para la gira, pero que en 2020 sería definitiva, la recibió “con una enorme responsabilidad”, pero también “asumiendo el desafío” de ponerse en la piel de los roles de Mundstock. “Tratándose de un material que disfrutaba como espectador, tardé bastante en disfrutarlo como actor, por las circunstancias que me habían llevado allí”, aclara Antier.
Precisamente, Antier era un espectador y fan acérrimo de Les Luthiers, “escuchaba muchos sus discos y me sabía todo de memoria”, explica, y añade que la primera vez que los vio en el teatro fue en el 78, en ‘Mastropiero que Nunca’. “Me voló la cabeza”, desvela, y señala que en ese momento, “aprendí que Les Luthiers se disfruta en muchos formatos, pero en el teatral es imbatible”.
Acerca del humor, Antier explica que las “diferentes idiosincrasias” de cada lado del Atlántico se “perciben desde el escenario”, pero destaca que incluso dentro de España aprecian “diferentes públicos, todos muy disfrutantes y disfrutables”.